Félix Arturo Rodríguez Rodriguez quien recién fuera exhibido con una riqueza patrimonial en Texas que supera el nivel de sus «percepciones legales» tras ser nombrado a inicios de 2017 por el Gobernador panista de Tamaulipas Francisco Javier Garcia Cabeza de Vaca como Director General del Centro de Análisis de información y estudios de Tamaulipas (CAIET), fue importado del estado de puebla de donde llego huyendo por una Orden de Aprehensión por la que solicito el amparo de la Justicia federal al Juez Sexto de Distrito en esa entidad bajo el expediente 22/2015 toda vez que el Juez Penal del Distrito Judicial de Izucar de Matamoros en Puebla había solicitado su detención desde el 20 de Agosto de 2012 por el DELITO de EXTORSION y PRIVACION ILEGAL de la LIBERTAD
El sujeto de pésima curricula fundado ademas en la podredumbre de la «vieja guardia» del resguardo aduanal mexicano hoy desde la ilegalidad encabeza tareas de «inteligencia» para Garcia Cabeza de Vaca en Tamaulipas con acopio de Información de manera «poco inteligente,poco pulcra y poco legal» tal y como lo hacia en su anterior encargo de donde salio huyendo el delincuente hoy nuevamente investido de funcionario en Tamaulipas que despacha desde oficinas instaladas en lo que fuera el complejo de la Academia de Policia en Ciudad Victoria ubicadas en la Avenida Carrera Torres a un costado donde también operan oficinas de Policia Ministerial estatal.
Felix Arturo Rodriguez, hoy funcionario del gobierno de «Cabeza» se involucro en ilícitos cuando fungía como autoridad en el estado de Puebla donde opero para el Gobierno del Panista Rafael Moreno Valle,un hombre que en el pasado apoyo con recursos a Francisco Garcia Cabeza de Vaca y que hoy como ocurre en Tamaulipas consintió las practicas ilegales de Felix Arturo Rodriguez Rodriguez como presunto responsables de cometer delitos en esa entidad que lo llevaron a solicitar incluso el auxilio de la justicia federal para no ser DETENIDO y de donde fue rescatado por el hoy gobernador panista de Tamaulipas para incorporarlo al equipo en tareas que presuponen a funcionarios «sin tache y sin manchas» tal y como lo había prometido a los Tamaulipecos en el «ocurrente» discurso que recurrentemente discrepa de la realidad imperante.
