VIDA DIARIA
Por: Rosa Elena Gonzalez
Han pasado poco más de cien años de que el grito “vámonos a la bola” despertó conciencias, sacudió a México, e incitó al pueblo a tomar las armas para defenderse de las injusticias y viene a colación porque ahora el mismo grito se escucha, aunque más fuerte, regresó el mismo clamor a nuestro país que se estremece al ver que las circunstancias obligan a muchos mexicanos a una lucha armada.
Hace más de cien años miles de mexicanos, sobre todo campesinos, se sumaron al movimiento armado en contra del mal gobierno, surgió la Revolución Mexicana, una guerra entre hermanos que hoy, por culpa de los malos gobiernos en varios Estados, está a punto de repetirse, ya en nuestro país hombres y mujeres toman las armas y prácticamente se van a la bola ante la mirada pasiva de un sistema incapaz de poner orden en esta generosa tierra.
Al paso que vamos, con motivos que son muy parecidos como son hartazgo, injusticia, impunidad, violación a los derechos humanos, solo que antes era el autoritarismo y ahora es la ingobernabilidad, pronto llegaremos a esas circunstancias, a las de una lucha del pueblo por recuperar lo que siente propio.
Las autodefensas son ahora la incipiente revolución, los movimientos armados, la prensa nacional indica que son más de 10 Estados donde surgen esos grupos armados, y no solo de campesinos, igual lo hacen empresarios, profesionistas y todo porque el supremo gobierno no ha sido capaz de garantizarles la seguridad, triste porque es algo que no debería de pasar en este país que ya derramó bastante sangre para que su gente tuviera libertad y paz social.
Para mucha gente los acontecimientos se ven como una película de acción pero créame que para nada es bueno que se vivan levantamientos sociales, que la gente tome las armas, que se vean muchas mujeres acariciando un arma en lugar del rostro de sus hijos, y narrando cómo fue que se fueron a la bola.
Apareció en la prensa nacional un reportaje de mujeres armadas, la más aguerrida era una dama llamada “la bonita”, que asegura haberse regresado de Estados Unidos para tomar las armas y unirse a la lucha, otra niña, de escasos 17 años, detalla cómo fue que llego a la bola, triste, muy triste ver esos acontecimientos en nuestro país.
Para algunos quizá sean las modernas Adelitas, así como el doctor MIRELES lo quieren hacer el PANCHO VILLA de estos tiempos, pero es triste que en un país que la ONU calificó como pacifista hace unos ayeres hoy no logre tener paz en su propio territorio.
¿Qué se necesita para que a lo largo y ancho del territorio mexicano se respire paz?, a estas alturas del partido ya no se sabe, tal parece que los políticos se sientan a ver, son espectadores en lugar de operadores.
¿Para qué sirven nuestros Legisladores federales?, en esos casos para nada, bueno, igual en muchos otros casos que tampoco le sirven para nada al pueblo como debería de ser, pero el asunto es que tenemos un montón de supuestos representantes populares a los cuales les pagamos bastante bien pero no tienen capacidad para negociar, para trabajar de la mano con el gobierno para que se generen acciones que puedan recuperar la paz, y si no son capaces de ponerse de acuerdo entre ellos, menos podrán hacerlo con otros grupos, total ser Diputado o Senador es muy sencillo porque se pueden dar el lujo hasta de mandar a sus familias al extranjero mientras el país arde.
La situación es que a cien años de que México vivió su revolución no se quisiera que en nuestro país se vivieran nuevamente esos pasajes, no se quiere escuchar el grito de “vámonos a la bola”.
