Cabeza pide tiempo en el tema de la inseguridad
Tiempo de opinar
Raúl Hernández Moreno
De visita en su tierra natal, Reynosa, el gobernador Francisco Cabeza de Vaca dijo que no engaña a nadie con el tema de la seguridad y que en su momento señaló que esto llevaría tiempo.
Frente a la fuga de 29 reos del penal de Victoria, que se convirtió en nota nacional, el mandatario sostuvo que en los últimos 18 años no se atendió a los reclusorios de la entidad, no se quiso poner orden y ahora es lo que está haciendo su administración.
En campaña, Cabeza mencionó un período de dos años para resolver el problema de la inseguridad.
Ciertamente la inseguridad hizo crisis en el 2002 y desde entonces los avances que logran las autoridades federales y estatales son insuficientes para el ciudadano de a pie, que ya se cansó de vivir entre la zozobra y el miedo.
La violencia estalla de manera imprevista y espontanea, lo mismo en Victoria, que en Reynosa, Nuevo Laredo, en la ribereña, en los municipios del sur. Esa es la realidad cotidiana de los tamaulipecos.
Y como nadie es adivino para saber con exactitud en qué momento va a estallar la violencia, no nos queda más que encomendarnos a la suerte para que no nos toque estar en el lugar equivocado y a la hora equivocada, porque desde que ocurre el incidente hasta que se presentan las autoridades para atender el asunto, pueden ser minutos vitales para quien queda en medio.
Los ciudadanos queremos creer que en dos años, o más bien dentro de 18 meses puesto que ya transcurrieron seis del inicio de la actual administración, los secuestros, levantones, ejecuciones, asaltos y otros delitos, pasarán de incidentes cotidianos a casos de excepción.
El ciudadano relativamente informado sabe que la inseguridad no se resuelve por arte de magia, ni por decreto, ni con buenas intenciones. Hay que trabajar en el territorio, con estrategias definidas. Pero además, al margen de las declaraciones mediáticas, el ciudadano necesita percibir que la seguridad mejora y casos como esta fuga de 29 reos, no favorecen esa percepción.
A seis meses de que inicio la administración estatal no es posible acabar con la inseguridad que se heredó. Eso lo entendemos casi todos, pero por favor que la autoridad no se vaya a pasar el sexenio con la justificación de que se heredó el caos. Dos años es un plazo razonable para mejorar y resolver la inseguridad, aunque por supuesto quienes han sido víctimas de la delincuencia quieren resultados a la voz de ya. Y es natural que piensen así, porque el hecho de que hayan sido víctimas de un delito, no significa que no puedan serlo de nueva cuenta y de ahí se preocupación de que la seguridad mejore de inmediato.
Cuando la seguridad mejore, y así se perciba, es posible que a la frontera mexicana regresen miles de familias que se fueron a vivir al lado americano, entre los que están muchos políticos. Si alguien sabe que la inseguridad falla, son ellos y por eso se van a vivir allá.