Estado

El dilema del Bronco…¿Encarcelar a Medina o no?

Escenario Político

Por Marco A. Torres de León

El día D, o el día Después en Tamaulipas fue distinto a los demás.

Como que nadie salía de su estupefacción tras la retahíla de resultados a favor del PRI.

Todo el territorio, desde el distrito 1 en Nuevo Ladero hasta el último de los distritos en Tampico y Madero.

El VI distrito Alejandro Guevara Cobos lo arrasó, matando aplastantemente el sueño infundado del ‘fantasma’ Edgar Vargas Arizabalo, quien convirtió al feudo del PAN en cofradía e hizo como que trabajó fuerte en campaña. Aunque lo cierto es que deshilados, sin motivo de unión, nunca concatenó con los ideales de la otra facción del PAN, los ‘Cabecistas’, proclives al grupo de ERNESTO CORDERO ARROYO.

En tanto que Edgar Vargas es panista perteneciente a la cuadra de GUSTAVO MADERO.

Una noche antes –el domingo por la noche- todo sobrevino contra el PAN con la potencia de un tornado, que acabó por destrozarlos.

Los panistas no sabían si llorar o desgañitarse.

No se han recuperado; lo cual es triste y lamentable pues sabemos de una inmensa mayoría de mílites del PAN que son auténticos, sinceros y sin pizca de malicia.

Aquí en Tamaulipas la maquinaria del PRI los aplastó.

Los aplastó la popularidad del mantense Alejandro Guevara Cobos, quien nunca dejó de trabajar.

Como agua que cae en cascada se dieron sorpresas desde el ámbito político estatal, como por ejemplo el destape de Enrique Cárdenas del Avellano.

El victorense, vástago del ex gobernador Enrique Cárdenas González, desglosó a groso modo su anteproyecto frente a medios informativos, asegurando que va con todo por la gubernatura de Tamaulipas en 2016.

Por supuesto primero deberá ganar la candidatura del PRI, lo cual está en chino.

Es un mal momento para él, evidentemente. Su carrera –en los últimos tres años- no los ha dedicado precisamente a ‘operar’, ni a recorrer Tamaulipas, ni tampoco ha salido a buscar adeptos o simpatizantes, ni tampoco ha hecho amarres importantes con nadie.

Cárdenas del Avellano se ha pasado 2 años sabáticos, excepto el tiempo que ha ocupado en acudir al Congreso a votar reformas.

Hagan de cuenta la labor que hace, permítasenos el ejemplo, Francisco Javier García Cabeza de Vaca desde su papel de Senador del PAN.

Cárdenas del Avellano sabe –en el fondo- que está fuera de la lista de los prospectos más fuertes a gobernador, aunque solo él sabe por qué hace chapotear las aguas.

Chapotear agua puede tener en su caso, dos significados. Uno, hacer que volteen a verlo rogando que su proyecto prenda la flama y pegue.

Empero la lucha política no es asunto de casualidades. Generalmente atrás de una gran guerra hay todo un armamento, logística y anteproyecto con órdenes estrictas para ejecutar.

Y Cárdenas parece no tenerlas.

Y dos, almacenar activos que le permitan negociar, para –en su momento- buscar cargos secundarios que lo hagan seguir en nómina.

El escenario está confuso, muy confuso.

Aparentemente la aparición de Cárdenas del Avellano en vez de ayudar a apaciguar aguas, las ha enturbiado.

Hasta este momento ALEJANDRO GUEVARA COBOS es el activo fijo que rinde los más increíbles intereses al PRI tanto en un corto, mediano como en largo plazo.

Alejandro Guevara acaba de dar un gran e increíble paso para cumplir su sueño de ser el candidato del PRI a gobernador. De los ocho candidatos, Alejandro Guevara es el que alcanzó los mejores números pues ganó su distrito clara y contundentemente.

Los números hablan por él. Y los números no mienten.

Ganó las elecciones federales del pasado domingo con casi 76 mil votos a su favor; y el margen de ventaja que le sacó a su opositor más cercano Edgar Vargas del PAN fue de casi 44 mil sufragios.

Una diferencia abismal entre priista y panista.

Así pues en muchos sentidos Alejandro Guevara Cobos sigue siendo el ‘Golden Boy’ de la política del futuro, no la del olor a naftalina ni a pasado arcaico.

Esto sin contar que Alejandro Guevara Cobos es el amigo directo del presidente Enrique Peña Nieto.

Aquí en territorio local diremos que PABLO GONZÁLEZ LEÓN rindió estupendas cuentas haciendo que Alejandro Guevara ganara las elecciones sin problema alguno.

Pues bien, desde ahora se viene encima la lucha por la próxima alcaldía del Mante.

Y uno de los más poderosos priistas que existen se llama RIGOBERTO RODRÍGUEZ RANGEL, en tanto que CARLOS SANCHEZ VEGA, actual gerente de Comapa Mante, espera pacientemente su momento. El sabe que llegará. Y tiene mucha paciencia para esperarlo.

Hasta aquí con ese tema.

En otro asunto, El Bronco no significa peligro hoy, lo será en 3 años cuando se celebren las elecciones presidenciales en 2018.

Por ello es imposible creer la teoría que al Bronco lo envió Enrique Peña Nieto o alguna facción del CEN del PRI nacional a buscar la gubernatura de Nuevo León para hacerle contrapeso a Ivonne Alvarez.

Francamente a ella todo le faltó; sus limitaciones eran bárbaras, demasiadas.
Ahora bien, de aquí hasta el año 2018 El Bronco podría ser un fenómeno político imparable.

El arribo de los partidos independientes al espectro electoral mexicano, créalo, está a punto de acabar con el bipartidismo PRI-PAN, del cual ambos partidos políticos son rehenes y cómplices a la vez.

Al sistema por su parte, le afecta el crecimiento y popularidad del Bronco, por eso hizo hasta lo imposible por frenarlo.

El Bronco es el prototipo del político rebelde, y ese perfil suele ser peligroso a los planes o intereses del gobierno y sus poderes fácticos, tan proclives a la hipocresía y a ganar multimillones de pesos sin arriesgar ni un peso.

Al PRI le afecta El Bronco porque su ideología es de izquierda, y en 3 años su figura puede contravenir al proyecto del PRI cuando busque refrendar la presidencia de la República.

Al PRI le salió el tiro por la culata. La popularidad del Bronco fue ‘in crecendo’, yendo de menos a más. Hubo un momento donde nada podía detenerlo.

Dos cosas debe hacer JAIME RODRÍGUEZ CALDERÓN para ganarse la confianza de los neoleoneses, a la voz de ya…
Una, meter a la cárcel a RODRIGO MEDINA y a su ladrón padre una vez que se siente en la silla del poder, por los delitos de peculado y enriquecimiento inexplicable.
Y dos, impedir que el gobierno de Enrique Peña Nieto aterrice el proyecto del acueducto Monterrey, que tiene dividida a la sociedad empresarial neoleonesa y que a su vez, es considerado un plan ecocida que atenta contra la naturaleza de Tamaulipas, San Luis Potosí y Veracruz.

Algunos ayuntamientos –de estos tres estados- tienen demandado al gobierno federal por asesinar sus ríos y sus aguas.
Todo esto en aras de dar paso al «fracking», la fractura de piedra de esquisto en el norte de Coahuila y Tamaulipas, para sustraer hidrocarburos del subsuelo.
Ahora bien, más allá de los efectos de una borrachera de felicidad, El Bronco no puede doblegarse ante al presidente Enrique Peña Nieto, quien acomodaticio y oportunista lo llamó ayer vía telefónica para felicitarlo por el triunfo electoral.
El Bronco como gobernador electo sabe que tiene autonomía en su sexenio; casi 1 millón de votos a su favor lo avalan.
Así pues, desde hoy debe definir el rumbo de su estado, Nuevo León.

Por otro lado, las balas del PRI contra El Bronco no eran de goma, eran balas mortales de verdad cuyo plan era desgarrarle el corazón, hacerlo estallar y aniquilarlo, acabarlo.
Estaba de por medio la imagen del tricolor.

El PRI tenía a fuerza qué hacer ganar a Ivonne Alvarez, su candidata.
El carácter fuerte del Bronco, su rápida capacidad de reacción frente a los ataques mortales que Multimedios le hizo, lo ayudaron a triunfar.
El sistema (Gobierno federal) se fue en su contra; pero él sabía que su imagen era bien recibida por los domésticos; para él eso era lo más importante.
Era cuestión de resistir.
Sus simpatizantes llegaron a contarse hasta por millones en Nuevo León conforme se acercaba el día de la elección. Estupenda señal.
Fue ahí cuando El Bronco se enseñoreó del territorio. De ahí partió…hasta la victoria.
Multimedios cometió un error, le endosó al gobierno de Enrique Peña Nieto la factura, haciéndose pasar por dueño de la imagen de su ex empleada Ivonne Alvarez.
Quiso hacer lo que Televisa cuando impulsó a Enrique Peña Nieto.
Razón por la cual hasta hoy Televisa es una empresa aborrecida por millones de mexicanos en el país.
Pero Multimedios no es Televisa. Ambas empresas tienen diferente dueño…

Ahí estuvo la diferencia.

Bien, por ahora es todo, nos leeremos en breve.

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