QUERÉTARO, Qro. (apro).- Padres de familia del jardín de niños “Rufino Tamayo” de esta ciudad exigieron la renuncia de la directora del plantel, Martina Nieves Padilla, tras conocer por voz de los familiares de uno de los alumnos que la mujer desestimó la denuncia que hicieron contra el profesor de música por presunto abuso sexual contra un menor durante la clase.
Ello a pesar de que la Unidad de Servicios para la Educación Básica en el estado –USEBEQ- fue informada del caso y notificó a los padres que el profesor sería despedido y podrían incluso negarle la autorización para continuar impartiendo clases en alguna otra institución. El maestro solo fue cambiado de escuela.
El niño de cinco años de edad relató a sus familiares que en la clase de música el profesor Lucio Aguilar Moreno los había colocado boca abajo con el argumento de que se trataba de un juego y luego introdujo su bastón en su ano.
Los padres del menor dieron parte a la directora del plantel, pero no dio crédito a la versión del pequeño. Ante tal actitud, la denuncia corrió de boca en boca entre los padres de familia y luego acudieron a reclamar a la directora y a exigir su destitución.
Una representante de la USEBEQ se reunió con los padres pero no pasó nada.
La directora del otro turno, Victoria Pozas, les informó luego que el profesor de música, Lucio Aguilar Moreno, había sido reubicado en otro centro educativo.
El caso tomó otro cariz cuando los padres del menor descubrieron rastros de sangre en la ropa interior y el médico que lo revisó encontró indicios del abuso.
Fue entonces cuando decidieron presentar una denuncia penal ante el Ministerio Público, instancia que efectúa una investigación por la presunta violación.
La denuncia fue interpuesta en la agencia IV del Ministerio Público, donde en un principio el niño se negó a hablar con la psicóloga que lo entrevistó, pero posteriormente narró a una de las tías que el profesor le había introducido “el poste con el que camina”, en referencia al bastón del profesor, mientras los ponía en el piso boca abajo para jugar “al gato y al ratón”.
Aunque el dictamen pericial registrado en la averiguación IV/775/2014 concluye que la sangre encontrada en la prenda interior del niño “no es humana”, los familiares han insistido en la presunta violación ante la agencia especializada en delitos sexuales contra el menor y violencia intrafamiliar, en virtud de que además el pequeño presenta algunas lesiones.
La Defensoría Estatal de los Derechos Humanos apoyó a los padres del niño para que pudieran ser atendidos en esta instancia, donde inicialmente se negaban a llevar la investigación.
