Por:Mauricio Fernández Díaz
Atrapada entre sus sueños amorosos y sus ilusiones políticas, Leticia Salazar no ha podido decidirse entre hacerle caso al corazón y hundirse con su amado Luis Biasi o endurecerse, deslindarse del presunto contrabandista y seguir adelante con su proyecto político, destruyendo con esa decisión el castillo de pasión e ilusión que había construido.
Joven, atractiva, con una dulzura interior que cautiva, la presidenta de Matamoros sucumbió en nombre del amor a uno de esos pecadillos mundanos tan comunes en nuestra sociedad:se enamoró de un hombre, cuya única falta -en el sentido civil- es el ser casado y padre de dos hijos.
Lety, la privilegiada, la princesa hija de papi no ha tenido el valor de tomar aún Tan dura decisión, lo que esta ocasionando un verdadero caos, un escándalo nacional que día a día resquebraja el proyecto político panista de llevar a Lety rumbo a la gubernatura en el 2016 y a Biasi a la diputación federal en el 2015 como paso previo a la presidencia de Matamoros.
Este triángulo pasional ha desembocado en una tragedia político-sentimental, en la que se entretejen pasiones, traiciones, ambiciones y corrupciones.
Luis Biasi fue uno de los más fuertes apoyos financieros en la onerosa campaña de la ahora alcaldesa.
Llego con Leticia al Ayuntamiento en calidad de regidor, cargo del cual pidió licencia para llegar a la Dirección de Desarrollo Social, puesto que sería su plataforma política para darse a conocer entre los matamorenses.
Hombre acaudalado, puso a disposición del ayuntamiento -previo contrato de arrendamiento- una bodega desde la cual operaría el almacenamiento y distribución de despensas de la Dirección a su cargo.
Infortunadamente, ese local no solo era utilizado para tan altruista fin. Tenía también otro objetivo, deleznable y delictivo; ocultar miles de botellas de whisky y cigarros introducidos ilícitamente, o sea, de contrabando.
Oficialmente, el cateo que realizaron las fuerzas federales al inmueble fue a petición del SAT previa investigación que duro aproximadamente un año, tiempo durante el cual se llenaron los requisitos legales de una investigación formal que desemboco en el cateo y decomiso del contrabando.
Obviamente, el corazón de una mujer enamorada no entiende de razones y, contra todo consejo y sentido común salió en defensa de su hombre, convirtiéndose en parte activa del conflicto cuando la razón aconsejaba un rápido deslinde, la rápida separación del cargo del funcionario para facilitar las investigaciones y todo el apoyo a las autoridades en la búsqueda de los culpables.
Pero una vez más la emoción se impuso sobre la razón. Lety continúa sosteniendo en su cargo al presunto delincuente, en tanto este se defiende argumentando no ser propietario de la bodega, argumento que cae por tierra ante lo escriturado en el registro público de la propiedad, Sección I, legajo 1205 número 49 el primero y el segundo Sección I, legajo 1351 número 31 predios ubicados en la calle 18 y 19 y Bustamante de Matamoros calle 18 y 19 en dónde aparece como propietario del predio.
El golpe fue directo a la línea de flotación del proyecto político de Lety y Biasi. La noticia traspasó de lado a lado la línea defensiva -si es que la hubo-de Alejandro Valladares, el hombre encargado del manejo de prensa de la alcaldesa.
Valladares, quien de acuerdo a notas periodísticas publicadas en aquel municipio gana más que el gobernador, no pudo o no quiso detener el brutal golpazo.
La información se propagó a todos los niveles.
Obviamente fue nota nacional y en Tamaulipas corrió tinta a raudales difundiendo con detalles el operativo federal.
Un poco antes de este suceso, entrevistado por quien esto escribe, Gustavo Cárdenas tildo de «traidor» al Director de Comunicación Social de Leticia Salazar. Y advirtió: «que se cuide lety, Valladares es un traidor, me traiciono a mi y va a traicionar también a Lety, trabaja para el gobierno y toda la información se la vende. Así lo hizo conmigo cuando andaba yo en campaña para la presidencia. Es un traidor»
Ciertamente, y dicho por el propio Alejandro, en plena campaña electoral para presidente municipal, Valladares abandonó a Gustavo y paso a formar parte -encubierto-de los operadores mediáticos de Alejandro Etienne. De hecho, en una charla sostenida con el funcionario, éste se jacto de que: «no fue Karla Estrada (funcionaria de comunicación social de Gobierno del Estado y coordinadora de prensa en la campaña de Etienne) ni mucho menos el chamaquito ese Erik Valdez, (hoy Director de Comunicación Social del Ayuntamiento victorense y yerno del Delegado Federal Felipe Garza Narváez) los que hicieron ganar a Etienne. Fui yo, agarré el barco casi hundido y lo saque a flote»
Esta declaración vertida por el propio Valladares viene a confirmar lo dicho por Gustavo Cárdenas en el sentido de que había trabajado para el, traicionándolo al irse con el PRI llevándose toda la información de la estrategia de campaña a las oficinas de Etienne.
El tiempo parece haberle dado la razón al ahora dirigente del Movimiento Ciudadano. Alejandro Valladares no hizo el menor intento por blindar ni a la presidenta, ni a Luis Biasi. Simplemente nado de a muertito y dejo que fluyera libremente la información, a sabiendas del brutal impacto que esta tendría en el proyecto político de los Panistas; hay quienes aseguran que existen ya profundas diferencias entre el experimentado comunicador y su jefa, mismas que terminarán con la salida de Valladares del equipo de la alcaldesa.
Fuentes cercanas al funcionario aseguran socarronamente que esto poco le importa al ex empleado de los Cárdenas, ya que el costo cobrado por este servicio le da para mantenerse cómodamente lo que le resta de vida, a el y a su familia.
Sin embargo, el despedir al comunicador solo evidencia a la alcaldesa, quien corta la cabeza del empleado sin tocar al origen del mal, o sea, al dueño de su corazoncito.
Con Maki enferma del cerebro y Lety del corazón con extensión al lóbulo cerebral que maneja el razonamiento consciente, el camino se ve despejado para Cabeza de Vaca, quien ha de estarse carcajeando en estos momentos del pírrico éxito que tuvo Leticia Salazar al inicio de su gestión.
Por su parte, otro que debe estar sumamente preocupado por el giro que han tomado los acontecimientos es el gobernador, ya que lety se erigía en el contrapeso natural para el senador con sueños de gobernador.
Al debilitarse la princesita azul se fortalece el rival más peligroso, un panorama que no tenían previsto los asesores del gobernador, aunque aún hay quien insiste en ver este evento como un golpe del gobierno hacia Leticia Salazar, cuando en realidad esto juega completamente en su contra.
Sólo quedan dos opciones para definir hipotéticamente de donde viene el golpazo. Uno, del grupo panista afín a Cabeza, lo que de entrada tendría lógica política. El otro, mucho más preocupante por lo que implica esta hipótesis, es que fuera un aviso, una advertencia a la alcaldesa para que le baje dos rayitas a su postura de cero tolerancia al crimen organizado. Recordemos que a Biasi se le relaciona con amistades peligrosas, y el contrabandear licor y cigarros es una actividad característica de estos grupos.
Veremos si Leticia recupera la cordura y aparte de despedir al empleado valladares, hace lo mismo con Luis Biasi.
No importa que esto le parta el corazón en mil azules pedazos.
