Ingrid sacó de la modorra a los dormilones
ESCENARIO POLÍTICO
Por Marco Antonio Torres De León
Va rapidito un pensamiento.
Todo buen político debe leer y saber interpretar muy bien aquello que lee. Lo correcto es que su hábito y gusto por la lectura sea desde temprano hasta tarde.
Debe habituarse al arte de saber leer todo aquello que parezca letra, sea consonante o vocal.
Pues hoy como en el tiempo antiguo las grandes ideas que transformaron o revolucionaron al mundo y civilizaron a las sociedades estaban matizadas en escritos.
La transmisión de las ideas se inmortalizaba en viejos mamotretos o en papel on letra escrita. Cierto, se transmitía el conocimiento de voz en voz, pero aquélla generación aquélla era suficientemente perezosa y floja, y se cansaba de hablar.
Así pues, como las palabras se las lleva el viento, los prohombres plasmaron –en su tiempo- grandes verdades; esto para que las generaciones venideras alimentaran sus almas, conciencia y espíritu.
Moraleja: si quieres parecer interesante y que tu charla sea francamente interesante, lee mucho…
Sin duda Ingrid provocó efectos milagrosos en la clase política tamaulipeca.
Puso a trabajar a muchos.
Ingrid sacó a muchos políticos de sus cuevas, quienes erróneamente pensaron que quizá era tiempo de descansar y de pertrecharse en sus casas, viendo acabar el lluvioso verano y esperando la llegada del otoño, y en el renglón político, esperando que el trienio concluyera.
Cada político mantense fiel a su estilo atendió damnificados tras varios días de acontecido el suceso trágico.
Para esto tuvo que venir en visita de doctor a repartir aspirinas y mejorales ENRIQUE PEÑA NIETO, según esto traído ‘a mamache’ y empujado heroicamente entre hombros por el autoproclamado prócer, cerebro y panacea del progreso que dizque necesita en el futuro Tamaulipas, Alejandro Guevara Cobos.
Quien en honor a la verdad, no es sino un hombrecito que a leguas se ve, no se acerca al Presidente Enrique Peña Nieto, sin antes quitarse el sombrero.
Peña Nieto sobrevoló en helicóptero las humedecidas tierras cercanas a El Limón infestadas de agroquímicos y veneno contra plagas, y que por aquéllos días se atestaron de agua lluvia.
Eran remanentes del ciclón tropical Ingrid, quien perezosa y coqueta se dio todo el tiempo del mundo para venir a jeringar la región, cuenca natural de la comarca sureña tamaulipeca y además, una especie de valle de la muerte; especie de antesala del infierno por dos razones, por sus altas temperaturas y las constantes calaveras aparecidas aquí.
Independientemente del alcalde HUMBERTO FLORES DEWEY, líder político mantense y ejemplar viviente en vías de extinción del animal político eficaz, práctico, caballero y educado que lidera acciones humanísticas, salieron a la palestra otros 3 o 4 priistas que ya empujan fuerte. Estos son PABLO GONZÁLEZ LEÓN, RIGOBERTO RODRÍGUEZ RANGEL, el ya citado ALEJANDRO GUEVARA COBOS y REYES GUEVARA SERVIN.
Todos estos excepto el rebelde sin causa HOMERO RESENDIZ cumplieron faena de ayudar a los marginados pobladores de El Limón.
Los limonenses realmente esperaban que Mister Peña Nieto descendiera de su libélula mecánica y mojara sus hermosos pies entre el charquerío de lodo y agua bofa.
Empero, qué decepción. Nunca descendió.
Peña Nieto evitó el contacto directo con mantenses, excepto en en el recinto de la UAT, donde con el apoyo de un discreto ‘ayudante’ que le mostró cómicamente (casi metido entre su cremallera, al menos en Tampico así ocurrió) una especie de telepromter o pizarra. El ayudante se plantó frente a él para que Peña Nieto leyera mejor.
Ahí el presidente Peña transmitió sus palabras a los desfallecientes 700 damnificados.
Antes que se nos olvide, alguien que llegó retrasada a tomarse la fotografía mientras entregaba despensas y botellines de agua fue Rosalba de la Cruz Requena, diputada federal.
Ella fue requerida en Mante por la prensa crítica; fueron columnistas y reporteros independientes quienes refrescaron su memoria, diciéndole que acá había mantenses que habían salido a votar por ella y que hoy requerían de su presencia.
Por otro lado, ayer Rigoberto Rodríguez Rangel, diputado local salió al quite y llevó comida recién hecha a centenares de pobladores de ejidos como el 20 de Noviembre, La Vega, Tanchipa y los pueblitos circunvecinos situados a orillas del Guayalejo.
Rigo Rodríguez arribó a aquéllos lares donde está situada la línea imaginaria que separa al Mante de Xicoténcatl, por la vereda sur del Guayalejo. Allá el diputado repartió apoyos, saludos, palabras de aliento, parabienes y como colofón, una comida caliente y exquisita.
Eran huevitos revueltos con chorizo hecho en casa. Más de 30 tapas de huevo y chorizo de cerdo de la mejor calidad, fueron insuficientes para alimentar a la sufrida gente.
Ese fue el más rico manjar con sabor a gloria que probaron los descalabrados de Ingrid. La falta de estufas y gas orilló a Rigoberto a pensar hábilmente; y en vez de despensas les ofreció comida hecha.
Fueron casi 700 bolillos con huevito y chorizo adentro; fue el platillo que les ofreció. Todo esto bien recalentado en microondas.
A Rigoberto Rodríguez todos lo conocen bien, es el político más práctico y teórico que existe actualmente, y quizá el menos pragmático.
Dicen en el pueblo que a Rigoberto el destino le sigue debiendo una sonrisa de oreja a oreja en un futuro cercano. Y dicen que a fuerza él quiere verle los dientes a la sonrisa.
En otras palabras, la oferta que le hicieron a Rigo fue: ‘sigues tu’ pero lo condicionaron: ‘No soy culpable si otro te supera o te gana la partida, o si te supera en la carrera’.
Rigo tiene una particularidad. Es extremadamente respetuoso de los tiempos y espacios de terceros. Quizá fue por eso no había aparecido tras el desgarriate que dejó Ingrid.
Pero al ver que las aguas mansas no llegaban, decidió actuar.
Por su parte el alcalde electo PABLO GONZÁLEZ LEÓN demuestra ser discreto y respetuoso de la distancia y el brillo que aun asume el presidente municipal HUMBERTO FLORES DEWEY, hasta el último día de su mandato.
Pablo González León, contra lo que muchos piensan, nunca se cruzó de brazos ni tampoco se quedó estático o endurecido como piedra insensible, viendo el sufrimiento de su pueblo.
Se trasladó –desde el primer día que se registraron las crueles inundaciones- hasta aquélla región donde estuvo ayer Rigoberto Rodríguez Rangel, por el vado del río Guayalejo, a un costado del poblado El Limón y ofreció toneladas de ayuda a damnificados. Cientos y cientos de ayuda llevó en camiones enormes.
A brazo partido se ofreció a ayudar a los abatidos lugareños.
Ahora bien, hubo malas lenguas que quisieron sembrar la mala semilla diciendo ¿Dónde está Pablo ahora que su pueblo lo necesita?
Decían sus malquerientes: ‘Pablo se escondió’
Lo que pocos conocen fue que a Pablo González le desagradan los reflectores, al menos en estos casos difíciles. Pues es plenamente consciente que hay una primera autoridad rigiendo activamente el destino del Mante, Humberto Flores Dewey, quien por cierto goza de cabal salud y en vez de decrecer, se agiganta.
Así pues, en atención a la prefigura de un buen presidente municipal, Pablo nunca osó cruzarse en su camino; más bien se fue por la periferia, por las orillas. Intentando no robar brillo a nadie.
Pablo González León cumplió bien lo que dicta el manual de Carreño sobre el discreto y buen comportamiento que debe regir a todo animal político en ciernes, en formación.
Como quien dice, Pablo aspira a ser una ‘estrella en constante ascenso’ como un día George Bush padrele dijo a Yarrington; y quiere conseguirlo, pero haciendo sus quehaceres bien.
Bien, por hoy es suficiente, nos leeremos en breve.