Columnas

EL PARO QUE VIENE

FRANCISCO CUÉLLAR CARDONA

Quienes le meten lupa a la conducta de su gobierno, y que incluso lo han aplaudido, hoy externan dudas y reflexiones sobre una posible caída temprana de su popularidad. Si bien es cierto que su base de apoyo es alta, también es cierto que cada día crecen malquerientes en su contra”


El asunto del Paro Nacional convocado para protestar contra los feminicidios y la ola de violencia que se ha desatado en contra de las mujeres, y que en las estadísticas se manifiesta a la alza en los últimos años, puede convertirse en el » antes y después» de la popularidad del Presidente López Obrador que hoy tiene el récord de ser el más votado de la historia y el que mayor respaldo popular tiene en comparación con sus antecesores.
Quienes han escrito y analizado el poder, y a los hombres que llegan a este con un apoyo masivo, como ocurrió con AMLO, aseguran que la soberbia los hunde más temprano que tarde, y son echados prontos del poder. 
¿Porqué el Presidente López Obrador, su esposa Beatriz, y un sector reducido de funcionarios del gobierno federal están en el contra del Paro convocado por las mujeres?, ¿porqué confrontar y descalificar un movimiento cuando hay razones de sobra para realizarlo?, ¿porqué estar a la defensiva, si en ningún momento se le ha acusado al Presidente de ser responsable de la violencia contra las mujeres?, ¿porqué si toda la vida como opositor, López Obrador tomó las calles para protestar, y ahora está en desacuerdo con estos movimientos y estos métodos de lucha?.
Son muchas las preguntas que se formulan sobre la conducta del Presidente contra los críticos de su su gobierno. No es de un demócrata, asumir esas actitudes siempre a la defensiva. La cerrazón y la terquedad con la actúa lo puede llevar a ser un Presidente repudiado como los priistas que gobernaron el país por años, o de panistas como Fox y Calderón que donde se paran reciben reproches e insultos. 
La luz que lo hizo brillar, se puede convertir en oropel y lo saquen del poder más pronto de lo que se lo imaginó él mismo.
Quienes le meten lupa a la conducta de su gobierno, y que incluso lo han aplaudido, hoy externan dudas y reflexiones sobre una posible caída temprana de su popularidad. Si bien es cierto que su base de apoyo es alta, también es cierto que cada día crecen malquerientes en su contra. Y en este Paro Nacional convocado por las mujeres, hay muchos enemigos que se están colgando para hacer más grande el reclamo. Pero es eso es normal en una democracia, y no lo entiende. «Se gancha con cualquier buscapiés que le lanzan»; hasta parece novato, dicen.
El Paro del 9 de marzo es un acto justificado, y si bien algunos están aprovechando para politizarlo, al Presidente le ha faltado tacto y sensibilidad para arrebatarles esa bandera. Tan fácil que era subirse al reclamo y ponerse al frente del movimiento; pero le ganó el hígado y las fobias; el costo político puede ser muy claro; su gobierno puede quedar marcado, como fue para Calderán la guerra contra el narco, y la Casa Blanca y Ayotzinapa para Peña Nieto. El reclamo de las mujeres hacia la 4T, puede volverse un símbolo negativo. No debe olvidarse que el 60 por ciento de los 30 millones de votos que obtuvo López Obrador en el 2018, fueron de las mujeres.
Porfirio Muñoz Ledo y Olga Sánchez Cordero, dos ícones de la congruencia en el gobierno de la Cuarta Transformación, para este caso, han salido en defensa de las mujeres, » toda acción que vaya encaminada a defender la dignidad de la mujer, la encabezaremos», dijo Muñoz Ledo en Monterrey este fin de semana.
El Presidente López Obrador aun puede enderezar y corregir su estrategia, antes que se le venga el mundo encima, y los «conservadores o neoliberales» como el dice, le empiezan a tumbar la clientela que por años lo ha seguido.

Fuente: Expreso.press

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