CUIHTLAUAC, EL TODOPODEROSO ASESOR DEL GOBERNADOR…DESPACHA EN LA CD DE MEXICO
Cui cui
Por Oscar Díaz Salazar
Resulta muy cómodo opinar, vetar, proponer, sugerir, imponer, grillar, decidir, negar, autorizar, contratar, posponer, diferir, reclutar, criticar, señalar, ignorar, castigar y premiar, desde la Ciudad de México, y en relación a los asuntos del gobierno de Tamaulipas.
Este poder de mando a distancia sobre Tamaulipas, lo tiene y ejerce el Asesor del gobernador, Cuitláhuac Bardan Esquivel, un individuo que es provinciano de nacimiento, pero muy bien asimilado a las peores costumbres chilangas, como esa de sentirse superiores a quienes vivimos mas allá de los Indios Verdes.
El perredista descafeinado que se unió al equipo del actual gobernador de Tamaulipas, luego de coincidir en el Senado, uno como miembro de ese colegiado y otro como empleado del Instituto de Investigaciones Legislativas, Cuitláhuac Bardan, se mantiene en la capital del pais, CDMX le llaman ahora, pero desde allá manda y decide lo que se hace y se deja de hacer en el gobierno del estado.
Los asuntos del gobierno de Tamaulipas tardan semanas en resolverse; unos se deciden en el límite de tiempo, otros se pierden; en algunos, se limitan las opciones conforme se acercan las fechas fatales de resolución y todo esto porque el ex asesor de tercer nivel de Marcelo Ebrard, quiere saber todos los asuntos que le interesan, y también los que no le interesan. El «Cui» no quiere que se le pase ninguna «rola», no quiere quedarse al margen de ningún negocio o transacción, no quiere quedar fuera de todas y cada una de la «jugadas».
El marcelista y neocabecista Cuitlahuac exige que todos los asuntos pasen por su oficina, y cuando escribo todos, es todos: contratación de personal, asignación de contratos, discursos, comunicados, definición de programas, proyectos, propuestas, políticas, y sígale contando.
El mínimo asunto debe ser planteado por el interesado, pasar por la revisión del jefe inmediato, obtener el visto bueno del Director de área, luego del SubSecretario, más adelante del Secretario, someterlo a revisión del jefe de gabinete, enviarlo a la Oficina de Cuitláhuac, esperar semanas a que el todopoderoso asesor Cuitláhuac Bardan tenga tiempo para echarle un ojo, regrese al origen para hacerle los ajustes ordenados por los iluminados del centro, y la repetición de este ciclo dos, tres, cuatro veces, o las que hagan falta.
Cuitlahuac no conoce Tamaulipas, no le interesa más que como fuente de muchísimo poder, tanto como jamás había tenido. Le interesa como ente generador de infinidad de recursos, con los que podrá resolver las necesidades económicas de varias generaciones de Bardanes.
Si lo suelta usted en la Borreguera de Tampico, se pierde. Si lo lleva a la Juárez de Reynosa, no es capaz de regresar solo a su hotel. Si lo invita a una pachanga en la Mainero de Ciudad Victoria, necesita que lo lleve un chofer. Si lo cita en el Chorizo de Rio Bravo, hará uso de su léxico chilango, para defenderse de lo que creerá un ataque alburero.
Mucho daño le hace a su patrón y a Tamaulipas este chilango ilustrado que en algún momento de su carrera burocrática fue inhabilitado para ocupar cargos públicos. Tal vez sus actos sean de buena fe, pero el excesivo poder que le han delegado, lo ejerce necesariamente mal, pues sus desiciones no tienen el sustento de conocer el estado y a sus habitantes.
Que se venga a vivir a Tamaulipas, sería mi recomendación para este compañero de partido… Y que pague las cuotas al PRD.