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LA «DEMOCRACIA» CETEMISTA

La democracia  cetemista

Tiempo de opinar

Raúl Hernández Moreno

En el asunto de  los relevos en la CTM, se aplica aquella  frase que pronunció Carlos Salinas cuando crecían los  rumores de que Luis Donaldo Colosio sería sustituido como candidato presidencial.

“No se  hagan bolas, el candidato es uno”,  le dijo a la clase política en referencia a Colosio.

Pues bien,  en la CTM  será dirigente a quien escoja su líder estatal, Edmundo García Román quien podrá decirles a los  dirigentes: “No se hagan bolas, el dirigente será…”

 La CTM no alcanza aún la mayoría de edad para tomar sus propias decisiones. Salvo que la alcance ahora, pero no hay  razones para  pensar que  esté preparada para la democracia pura.

En el 2015, cuando  falleció  Francisco Martínez Cortés y el ex alcalde Daniel Peña Treviño  buscaba sucederlo, Edmundo García Román le grito, en plena funeraria: “En la CTM, el que manda soy yo”. Y él decidió que el secretario general  fuese  Félix Alberto Alemán.  De nada  valieron las protestas de algunos secretarios generales que pedían una elección sin dados cargados. La CTM ejerce una  democracia que desde afuera suena rara, pero así la avalan los cetemistas. Pero además no es un tema nuevo, ha ocurrido toda la vida, lo mismo cuando era una poderosa central obrera, que ahora cuando su poder  disminuye  año con año.

Cuando Pedro Pérez Ibarra se vio forzado al auto-exilio, a finales de 1992, desde el exterior quiso imponer  como  dirigente de la CTM a Manuel García Ursúa y se formaron  dos, tres y más  grupos. Durante  varios días se enfrascaron en una campaña de  dimes y diretes, personajes como Francisco Martínez Cortés, Chema Morales,  García Ursúa, Homero Salinas de la Rosa, Daniel Peña.

Finalmente Fidel Velázquez decidió que el elegido fuese José María Morales Domínguez y se acabaron las grillas.

Hoy  han surgido, de la misma manera que paso en el 2015,  voces que piden un relevo en la CTM, pero a fin de cuentas será Edmundo García Román quien decida si sigue al frente Félix Alberto Alemán o cualquier otro, sin importar lo fuerte que sea el pataleo de los contrarios.

Alemán le ha dado un rostro más fresco a la CTM, con una mayor disposición y apertura hacia los secretarios, pero hay quienes quieren más.

Mientras tanto, la diputada federal Yahleel Abdala tiene un nuevo objetivo para  medir  fuerzas y demostrar su poderío.

Con la designación de Víctor  Galindo Moreno como  Delegado de Transporte, Yahleel tendrá con qué entretenerse, buscando su destitución,  como la buscó cuando  Galindo era delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

Como delegado de la SCT, Galindo entrego permisos para taxis que operan desde un hotel del sur. En su contra  abundaron quejas por abusos y malos tratos a los choferes de  camiones y en marzo de 2016 fue dado de baja, aparentemente por presiones de la diputada federal, de la misma manera en que habría   está   habría influido en la caída de la Administradora de la Aduana, Claudia Lagos, en  agosto de 2015.

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