LOS GUAJARDO EN RÍO BRAVO: SE RECUERDA AL BUENO Y SE SUFRE AL MALO
Por:: Carlos Gerardo Cortés García
A la actual administración municipal de Río Bravo, por más que se le busca no se le encuentra la cuadratura al círculo. El Gobierno Municipal nada más no acaba de nacer, no acaba de iniciar, y ya han pasado seis meses de su “arranque”. Y ello influye sin duda en el ánimo de la sociedad riobravense que empieza a sentirse decepcionada, a desesperarse, de haber votado por Juan Diego Guajardo Anzaldua.
Y es que Juan Diego tiene que entender que él no es Juan Antonio. Lo poco que ha podido lograr Juan Diego hasta la fecha es gracias a la imagen y el recuerdo que entre la ciudadanía riobravense tiene Juan Antonio y la imagen de sus padres, además del posicionamiento del apellido Guajardo, lo que de ninguna manera corresponde al esfuerzo del hoy alcalde y tampoco es nada espectacular. Juan Diego Guajardo Anzaldua ha construido su carrera política al amparo de la carrera, recuerdo y solidaridad social de su hermano Juan Antonio, sin ser Juan Antonio, lo que no significa que Juan Diego está haciendo las cosas bien.
Si bien es cierto que Juan Diego ganó en las elecciones municipales del pasado 5 de junio de 2016 y asumió la responsabilidad el pasado primero de octubre, también es cierto que de allí para adelante no se ha visto nada. Es más, poco se le ha visto a Juan Diego en acción, poco atiende y entiende a la sociedad a la que debe servir y su área de prensa no le ayuda. Y ello significa que esta administración municipal, por lo menos así se da esta lectura, no tiene el menor interés por trascender y atender al pueblo que votó por él. De seguir así, y con un buen candidato en contra, Juan Diego podría no ganar la relección del próximo 2018.
El primer problema que generó Juan Diego Guajardo fue la disputa con el Gobierno del Estado por la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Río Bravo (COMAPA), disputa que se intensificó el pasado 6 de marzo, cuando se suspendió el suministro de agua a la población y el alcalde Juan Diego Guajardo emprendió una campaña donde acusó del corte del servicio como de agua potable al revanchismo de la administración panista. Sin embargo, el Gerente del organismo, Raúl García Vivián, respondió que solamente fueron tres horas las que tardaron en reparar una fuga en una toma ilegal, ubicada físicamente atrás de la Alcaldía riobravense, lo que motivó el enojo del alcalde Guajardo.
Y es que desde el pasado mes de enero, la COMAPA de Río Bravo exigió al Ayuntamiento el pago de 47 millones de pesos que el Ayuntamiento adeuda por consumo de agua de los últimos 22 años, y como queriendo curarse en salud, el municipio le exigió al organismo operador del agua que cubriera 51 millones de pesos que adeuda por la introducción de líneas de agua potable.
Juan Diego Guajardo Anzaldúas denunció en video a través de la cuenta oficial del municipio, en Facebook, que dejaron sin agua a la ciudad y calificó esta acción como una injusticia, pero en otro video, Raúl García Vivián, dijo que la fuga fue provocada por personal de Servicios Primarios del Ayuntamiento de Río Bravo, “quienes no reportaron el daño a la COMAPA y al intervenir el organismo operador de agua se verificó que se trataba de una toma clandestina”.
En su mensaje videograbado, el alcalde sostuvo que de ahí se abastece agua a las unidades de Protección Civil y además se envía a las familias quienes viven en colonias irregulares. Por su parte, García Vivían sostuvo que existe una cobertura en servicio del 97 por ciento en el municipio, y es a dos colonias irregulares y a las 60 familias el organismo que se les envia agua en pipas.
Por lo pronto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, emitió ya un fallo a favor del Gobierno de Tamaulipas, al señalar que fue totalmente legal la designación de Raúl García Vivian como Gerente General de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Río Bravo, lo que abona a la actuación del Gobierno de Tamaulipas, en la disputa iniciada por el alcalde Guajardo contra el Gobierno del Estado.
Con la resolución oficial al recurso de reclamación 83/2016 que fue interpuesta por el alcalde riobravense Juan Diego Guajardo Anzalduas, se confirma pues, totalmente legal la designación hecha por el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca. De acuerdo al dictamen emitido, los ministros de la corte tomaron esta decisión durante la sesión del pasado miércoles de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien revisó y resolvió dicho recurso de reclamación promovido por el alcalde del Municipio de Río Bravo.
Con el acuerdo, se solicitó negar la petición de suspender la designación del actual gerente general de la COMAPA de Río Bravo, con el fin de que siguiera ocupando el cargo el anterior gerente general como lo buscaba el presidente municipal de río bravo.
Los cuatro ministros que emitieron su voto a favor en la Corte de Justicia declararon improcedente la solicitud de suspender la designación del actual gerente general de la COMAPA-Río Bravo y con ello, se resolvió confirmar la legalidad en el proceder por parte del Gobierno del Estado, lo que significa que hasta en tanto se resuelva el juicio planteado por el alcalde de Río Bravo, quien debe ejercer el cargo de Gerente General de la COMAPA Río Bravo, es Raúl García Vivián. No hay más.
Por cierto, y hablando de García Vivián, este lunes encabezó un importante acto de entrega de equipo y arranque de programas del organismo operador del agua en Río Bravo, en donde estuvieron presentes el Secretario de Bienestar Social, Gerardo Peña Flores, el Representante del Gobierno del Estado en la Zona Norte, Javier Garza de Coss; la Diputada Local, Ana Lilia Luévano; y el propio alcalde Juan Diego Guajardo, quien aceptó, por cierto, que deben trabajar el ayuntamiento local de la mano de la COMAPA y viceversa, en total armonía para que los resultados se logren de la menor manera posible.
Si el alcalde suma y multiplica en lugar de restar y dividir, las cosas le van a salir mejor. Decía mi abuelita que ganas más con una gota de miel que con un barril de hiel. Y esa debe ser una lección para Juan Diego Guajardo Anzaldúas quien, insisto, no es ni la sombra de lo que fue el desaparecido Juan Antonio. Así lo debe entender, y así lo debe aceptar su hermano. Juan Diego tiene como responsabilidad ser una solución para los habitantes de Río Bravo y no un lastre. A él le toca decidir.
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