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EL PAVOR DE CHONG ANTE AMLO LO LLEVA A DESATINAR; PRETENDE CONFRONTAR AL PEJE CON LAS FUERZAS ARMADAS

NICASIO FONSECA MUNGUIA

QUIJOTEANDO

Navegando sin rumbo y con el barco haciendo agua. La postura del Secretario Osorio Chong, respecto a las recientes declaraciones de Andrés Manuel López Obrador en Estados Unidos, denunciando las graves violaciones a los Derechos Humanos, como la actuación de las fuerzas armadas en México, exhibe de manera más que obvia, no el temor… cuanto ¡ el pavor..! del régimen peñista por el aparente crecimiento del tabasqueño en el ánimo del electorado nacional.

Cuando lo inteligente, mediáticamente hablando, es hacerle el vacío a las imputaciones realizadas por López Obrador ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, Miguel Ángel Osorio Chong, pretendiendo golpear al dirigente de MORENA, penetra en un campo minado por miles de cadáveres y cientos de fosas clandestinas que en el país se descubren cada día, las cuales hablan por sí solas del rotundo fracaso institucional respecto a la acción en contra de los grupos criminales.

Verdad verdadera, es que los grupos delincuenciales rebasaron de manera significativa el poder del Estado mexicano, cuya respuesta no alcanza a detener su peligroso avance; lo hablan por sí solos los hechos criminales diarios en las diferentes regiones de México, las fosas clandestinas que se descubren cada vez, los secuestros, las extorsiones, así como el estado permanente de tensión que vive la ciudadanía, lo mismo en el sur, sureste, como en el centro o noreste y norte del país.

Cándida y hasta ingenuamente, el secretario Chong, pretende confrontar al «PEJE» con las fuerzas armadas de México, en momentos que sus altos mandos han señalado sobradamente la falta de apoyo del presidente, de las instituciones de seguridad en la república, además de una inadecuada legislación federal que respalde su acción, con el permanente exhorto a sus elementos para el respeto por los derechos humanos de la población, que no ha podido evitar ser víctima de las acciones militares, en su empeño por liberar al país de tan grave flagelo social. «Los soldados mexicanos no fuimos formados para perseguir delincuentes», le han reiterado los militares al Ejecutivo Federal, sin encontrar respuesta del presidente Peña a su protesta ( aún ) respetuosa e institucional.

Para bien o para mal del país, AMLO crece en la aceptación ciudadana, lo dicen las propias empresas encuestadoras que por décadas han servido a los regímenes federales, lo dice igualmente la opinión ciudadana en la calle, la oficina o los hogares, que en su mayoría son víctima no sólo de la violencia actual, cuanto de las malas administraciones públicas, donde queda más que exhibida la corrupción e impunidad con la que se ha manejado una casta privilegiada que tercamente se empeña en seguir al frente, no obstante que el país se les escapa de las manos por su manifiesta incapacidad para resolver la problemática.

El tiempo para la elección del 2018, es poco y es mucho; mucho para la población del país, que a través del régimen peñista no vislumbra alternativa de solución al estado de cosas que prevalecen, donde se ve afectada su seguridad, economía, libertad y patrimonio; poco, porque las estrategias, planes y proyectos que el gobierno federal no realizó en todo este tiempo, menos lo hará en la parte última del mismo, en el que sigue navegando sin rumbo y con el barco haciendo agua por todos lados. Nervioso, demacrado visiblemente, alterado e inseguro, el Secretario de Gobernación, el responsable de la seguridad interior del país, «defendiendo» a las fuerzas armadas, pretende desviar la atención de la problemática social de inseguridad hacia el «PEJE», sin saber que de esta manera reafirma su posicionamiento social frente al electorado, que no encuentra repuesta a su problemática; tal vez, porque sabe ¡ bien que sabe..! de que un importante sector de los altos mandos castrenses simpatizan ya, con el proyecto político del tabasqueño líder de MORENA.

Tal vez, porque el titular de SEGOB observa cada vez más lejana la posibilidad de mudar su residencia a Los Pinos, consecuencia de la alternancia en la Presidencia, que, se admita o no, propicia el mismo sistema político con el fin de preservar sus intereses, porque a decir verdad, AMLO es capaz de perder la memoria política, si el gran capital lo valida en lo que será sin duda su último intento, antes de irse a la… allá… donde está su rancho. Usted ¿ qué opina ?.

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