ANGUSTIA Y PANICO EN EL BUNKER DE BALTAZAR; NO PRENDE, NO DESPEGA, NO CONVENCE
Por: Mauricio Fernández Díaz
<¿cómo decirle a los votantes que “Ahora sí” les deben de creer, que no son la misma basura que han venido reciclando por sexenios cuando el equipo de campaña de Baltazar Ochoa es lo más selecto, lo más representativo de la podredumbre que ha caracterizado siempre al Revolucionario Institucional?
¿Cómo explicarles que de llegar Baltazar su Gabinete estará integrado con gentes como Felipe Garza Narváez, Guillermo Martínez, Antonio Martínez Torres, el “pipo” Rodríguez, Cavazos Lerma, y todos los recomendados de Tomás Yarrington, Eugenio Hernández y Egidio Torre Cantú?
La preocupación que se sentía en las filas priistas ha cambiado; el nivel de angustia ha venido subiendo a medida que la campaña avanza y el candidato no levanta, no prende, no convence.
Hay parálisis en su equipo, o lo que sería peor, están jugando a perder.
Y es comprensible: Jamás habían tenido que jugar con rivales verdaderos; Expertos en armar “tongos” sabían que sus adversarios estaban comprados y no representaban peligro alguno.
Históricamente el PRI ha transitado por el proceso electoral como una mera fórmula, para cumplir protocolos de campaña.
Las concentraciones masivas ´para mostrar músculo, el dispendio de decenas de millones en publicidad, compra de medios y plumas y votos era el protocolo obligado para simular un triunfo que jamás fue verdadero, real; Los mismos priistas hoy hablan y se desgarran las vestiduras entre ellos mismos acusándose de “simulación”.
Simulación en el número de afiliados a sus sectores (CTM, CNC, CNOP) Y sus organizaciones (CROC, MT, FJR OMNPRI etc.)
En sus listas de miembros se repiten los mismos nombres, se duplican y triplican en un padrón que físicamente es inexistente, pero que en papel suman millones.
Fueron tantos años de autoengaños que el PRI que se creyó su propia mentira y no hizo esfuerzo alguno por adecuarse a los nuevos tiempos.
Dirigentes como Edmundo García Román (CTM) Efraín de León (CNOP) Florentino Aaron Sáenz (CNC) y los dirigentes de las organizaciones no son líderes, son dirigentes. Fueron impuesto ahí por el Gobernador y jamás han representado los interese de sus afiliados y por lo tanto no influyen ni gravitan en sus decisiones
Pero no importaba mucho; con rivales comprados, el árbitro a favor y dueño de la pelota y la cancha poco le importaba que el público saliera decepcionado y dolido por lo burdo del espectáculo; siempre estaban a mano las despensas, los programas sociales, las dádivas para sanar esas heridas. Y cuando esto no bastaba, el garrote, la represión y el asesinato fueron tomando carta de naturalización en la forma de operar y retener el poder.
Hoy, la realidad les golpea la cara, despiertan en un escenario de verdadera competitividad, en condiciones adversas y con un Tamaulipas en llamas.
Y no saben qué hacer; ¿cómo decirle a los votantes que “Ahora sí” les deben de creer, que no son la misma basura que han venido reciclando por sexenios cuando el equipo de campaña de Baltazar Ochoa es lo más selecto, lo más representativo de la podredumbre que ha caracterizado siempre al Revolucionario Institucional?
¿Cómo explicarles que de llegar Baltazar su Gabinete estará integrado con gentes como Felipe Garza Narváez, Guillermo Martínez, Antonio Martínez Torres, el “pipo” Rodríguez, Cavazos Lerma, y todos los recomendados de Tomás Yarrington, Eugenio Hernández y Egidio Torre Cantú?
¿Cómo hacerles creer que su candidato no será el heredero y continuador del Estado fallido de Egidio Torre Cantú cuando un dipsómano sirve de enlace, de puente, de negociador entre las más oscuras fuerzas fácticas y el candidato priista?
Hoy, el PRI se enfrenta por vez primera con dos “fajadores” como Cabeza de Vaca y Francisco Chavira que no piden ni dan cuartel, que van por el triunfo y están dispuestos a todo con tal de que haya un cambio, una alternancia.
Hoy, el PRI se siente acorralado y el miedo le muerde las entrañas ante el real peligro de perder el poder.
Y todo indica que pasada esta elección, los eternos vividores del presupuesto, los depredadores del erario público, los saqueadores de las arcas estatales se tendrán que poner, ahora sí, a trabajar; Eso, y la amenaza de ir a la cárcel les quita el sueño, los apanica, los paraliza.
Hoy en Tamaulipas ya se empezó a escribir una nueva historia; y no hay vuelta al pasado, no hay boleto de regreso para un PRI dictatorial, corrupto y asesino.