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UN GALLO MUY JUGADO.

ANECDOTARIO.
POR JAVIER ROSALES ORTIZ.

Y las maestras, de nuevo arrasaron.
Son alegres, son entronas, son sexis y cuando se alejan unos metros del gís y de la pizarra son capaces de entregarse a la causa vestidas ahora con un sencillo chaleco turquesa, bello color que le da fama a ese partido al que pertenecen y que se llama PANAL.
“Ni princesa, ni muñeca. Mujer turquesa y punto”, era la leyenda que en el chaleco portaba la maestra Magnolia en el evento en el que ese partido que arropa al magisterio tamaulipeco se entrego a Baltazar Hinojosa Ochoa y él feliz, satisfecho, porque de su lado tiene ya a un sector pensante, propositivo, inquieto y difícil de seducir.
Y ellas, las maestras, movían con habilidad la cadera algunas encima de las sillas al sabroso ritmo de “Color Esperanza”, clásica melodía del argentino Diego Torres, la que con palabras entretejidas se hace referencia a la lucha que un ser humano emprende para llegar a la victoria ondeando la bandera de la propuesta limpia y de la paz.
“Saber que se puede, querer que se pueda, quitarse los miedos, dejarlos afuera, pintarse la cara color esperanza, pintar el futuro con el corazón”, reza esta pegajosa canción en la parte fuerte y que el candidato del PRI, PANAL y Verde Ecologista utiliza para cautivar a los tamaulipecos.
Y si, una de ellas, de las maestras, bailaba y baliaba trepada en su silla y “Balta” ni se percato cuando perdió el equilibrio y directo, de pechito, mordió el polvo. Se incorporó, se sacudió la ropa y recobro el ritmo sonriente y divertida.
Calida, fue, la atención que recibió el candidato por parte del magisterio de Tamaulipas y se nota que se divirtió, no solo por los leves incidentes que protagonizaron las integrantes de ese sector, sino también por las palabras que le dirigieron los oradores, entre ellas cuando lo compararon con un rey mago que no trae mirra, sino el corazón en la mano.
Alguien, detrás de mi, susurró y se preguntó: ¿Quién es la rubia a la que el candidato le está acariciando la pierna?. Los periodistas de inmediato afinaron la mirada para verificar y alguien de su equipo comentó: “No sean gachos. Es su hija”.
El evento fue emotivo y los representantes del PANAL aquí y en México lucían complacidos y de igual manera Rafael Méndez Salas y un rejuvenecido Noe Rodríguez García, -mejor conocido como el Dorian Gray de Tamaulipas- líder y ex líder estatal del sindicato de maestros, respectivamente.
El candidato, en los últimos días se pinto de turquesa y de verde, los dos colores que significan esperanza, que ya se sumaron a su causa y que la dan vida a una coalición.
Una vez que cumplió con lo que se tenia que cumplir, Balta se registro ante el IETAM como candidato oficial PRI, PANAL y VE, también en un evento bien organizado en el que se comprometió al diálogo, a no descalificar y a no jugar sucio, porque dice que nunca le ha hecho falta hablar mal de sus oponentes.
En ese lugar y siempre acompañado por su operador de cabecera, el buen Antonio Martínez Torres, Balta se sintió abrigado por líderes de los partidos que lo apoyan, por diputados federales y locales, por candidatos a alcaldes y a legisladores, por empresarios y amigos y, sobre todo, por su esposa Marcela y sus hijas, quienes son el centro de sus aspiraciones y de sus ilusiones.
Balta ya es candidato y como dicen los turquesa es un gallo muy jugado.
Una opción más que está a la disposición.
Del elector tamaulipeco.

Correo electrónico: tecnico.lobo1@gmail.com

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