Maremágnum
Mario Vargas Suárez
Hoy viernes, oficialmente último día de clases en las escuelas del sistema educativo Estatal, desde inicial, preescolar, primaria, secundaria, bachillerato y educación superior, incluyendo los postgrados universitarios.
Hoy es día Viernes de Playazo, sobre todo entre los bachilleres y los del sistema de la educación superior, tanto en escuelas públicas como en las privadas.
Viernes de Playazo donde los jóvenes tamaulipecos acostumbran relajarse y en muchos de los casos, muy relajados.
Uno de los problemas del Playazo es que no solo asisten a la playa más cercana los bachilleres y estudiantes de la educación superior, sino que también han registrado su asistencia, adolecentes de las escuelas secundarias con uniforme y todo.
En términos mundanos es el día en que los jóvenes no asisten a las escuela regular y en un acto de franca rebeldía se “hacerse a la pinta” y en forma desorganizada acuden a la playa más cercana.
Los antecedentes se remontan al Instituto Tecnológico de Matamoros, cuando la sociedad de alumnos de los años noventa, “se llevan” hasta La Playa Bagdad, entonces, ahora Costa Azul, a los estudiantes de ése plantel.
En su momento hubo reportes en los mismos cuerpos policíacos de que los muchachos compraron y hasta se robaron vinos, cervezas y cigarrillos, mismo que fueron a consumir a las arenas del Golfo de México en aquella ciudad fronteriza.
La medida fue adoptada por la Sociedad de Alumnos del Tec Matamoros como un acto de rebeldía hacia las autoridades de la institución, intentando demostrar el “control” del grueso de los estudiantes.
El ambiente musical lo hicieron los estéreos de los autos estudiantiles con bocinas de todos tamaños y los ritmos del momento se dejaron oír a todo volumen, sin faltar desde la música disco, las rancheras, y la bailable música tropical.
Después del primer Playazo, las autoridades educativas, en un intento para detener la desbandada juvenil, ordenaron a los maestros de los planteles matamorenses aplicar exámenes precisamente el último viernes de clases, previo a la semana santa.
Con lo que no se contó es que El Playazo de Matamoros no solo se repitió en aquella ciudad, sino que los estudiantes de la capital del estado buscaron tener su propio Playazo y las arenas más próximas fueron las de La Pesca, en Soto La Marina.
Por su parte, los estudiantes de la educación superior del sur de Tamaulipas, también hicieron lo propio con la Playa Miramar en Madero y los jóvenes de aquella geografía abarrotaron esas arenas.
A medida de que han pasado los años, El Playazo se ha comercializado de tal forma que los gobiernos municipales ya cobran piso a las comercializadoras de bebidas embriagantes, juegos, discotecas, etc.
Una que otra secretaría de estado, incluso ya asisten al Playazo para intentar persuadir a los estudiantes que acuden a las aguas del Golfo de México, sobre la cuestión de embarazos no deseados, transmisión sexual, uso de condón, etc.
Desde luego que ha habido políticos que tienen registrada su asistencia para “ir a saludar a la juventud estudiosa de Tamaulipas…” No ha faltado político que hasta en cuatrimoto haya realizado sus visitas proselitistas.
El universitario Iván de la Garza Díaz, del campus Tampico afirma que “El Playazo es una mega reunión de jóvenes que se pierden el último día de clases antes de vacaciones de Semana Santa… se pone con madres la playa Miramar… se llena de chavos… tienes que llegar tempranísimo para a encontrar lugar, porque esta que revienta de gente!”
El playazo de Miramar en Madero, La pesca en Soto La Marina y Costa Azul en Matamoros, ahora es vigilado por las autoridades y hasta por soldados porque ellos controlan un poco más.
Pese a la vigilancia policiaca hay padres de familia, profesores y directores en las escuelas que se siguen oponiendo, porque es un desenfreno juvenil al puro estilo de los spring breakers.
No falta quien describa el playazo así: “…no es un evento, es la pinta monumental de los jóvenes, maderences, tampiqueños y de Altamira, antes era un ritual, el hacerte la pinta el último día de clases ahora ya es un asunto más controlado, hay seguridad, vendimia por todos lados, papás que cuidan, pero aun así es un momento en el que la banda dice hoy voy a mamar….esta chido si vas con ganas de cotorrear y no de atascarte…”
