Poco probable alianza PAN-PRD
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Raúl Hernández Moreno
Septiembre 24
Si una alianza está segura para el 2016, es la del PRI-Verde-Panal.
Una alianza PAN-PRD, es poco probable, porque el PAN estatal no la quiere y porque el PRD la condiciona a que el candidato sea Carlos Canturosas.
César Verastegui Ostos, dirigente estatal del PAN, sabe que una alianza con el PRD lejos de beneficiar los perjudicaría: el peso electoral del PRD no llega a los 3 puntos. En números duros son 29 mil votos y para amarrar la gubernatura, se requieren 600 mil.
Con 29 mil votos, el PRD no gana ni las alcaldías de Nuevo Laredo, Reynosa, Tampico, Victoria, Madero, Matamoros. El PRD no está para imponer condiciones.
Suena risible escuchar al dirigente estatal del PRD, Alfonso Sánchez Neri, decir que quienes aspiren a ser candidatos de su partido, deben pedir perdón por haber aprobado las reformas estructurales de Peña Nieto. Pues entonces que pidan perdón senadores y ex diputados federales del PRD que le aprobaron casi todo a Peña Nieto.
De las 12 reformas, el PRD voto en 11 a favor, incluida la reforma fiscal, solo voto en contra de la energética, pero su voto negativo no freno las reformas. Los perredistas pudieron salir a la calle a protestar, pero se contentaron con decir que había votado en contra de la reforma energética, pero no dijeron nada de las otras reformas. El PRD no protegió a los fronterizos con el asunto del IVA.
Juntos, el PRI, Verde y Nueva Alianza, obtuvieron el 53 por ciento en la más reciente elección, lo que en teoría los hace invencibles para el próximo proceso,
Juntos, el PAN y el PRI se acercan al 27 por ciento, 24 puntos del PAN y 2.62 del PRD, pero al PAN no le interesa una alianza con el diablo, en la que saldrían chamuscados.
El PAN va a tener a su propio candidato, mientras que el PRD le apuesta a que Canturosas rompa con el PAN y acepte ser su candidato a la gubernatura. En estas condiciones el PRD no ganaría ni de chiste, pero aseguraría el registro estatal y con ello las prerrogativas oficiales, que se acercan a los cuatro millones de pesos al año. Suficientes para que los líderes se den sus pequeños lujos. Esa es la gran apuesta de la cúpula perredista: conservar las prerrogativas oficiales y las extraoficiales, que suelen ser más generosas.
En otro tema, de que la vida es caprichosa, se corroboró con la elección de Félix Alberto Alemán como nuevo secretario general de la CTM.
Alemán se impuso sobre Daniel Peña, Luis Eduardo Martínez y Joaquín Treviño que querían la dirigencia.
Hombre mesurado, partidario del dialogo y la conciliación, Alemán conoce muy bien a la CTM y a cada uno de sus secretarios generales, lo que le va a favorecer para tener un sector cohesionado.
Es cierto que el ex alcalde Daniel Peña se queda dolido porque no lo dejaron ser, pero ya habrá tiempo para convencerlo de que se integre. Pero además, está molesto con Edmundo García Román, no con Alemán. El tiempo ayudará a sanar las heridas y fortalecer a la CTM, que en verdad lo necesita.