VIDA DIARIA
Por: Rosa Elena Gonzalez
La elección de JAIME RODRIGUEZ, “El Bronco”, como gobernador de Nuevo León siendo candidato independiente es un parteaguas en la historia política del país, con él se escribe un importante episodio que servirá para que los partidos políticos realicen una introspección de lo que están haciendo bien y lo que han hecho mal y esto les ayude para retomar el rumbo.
Porque definitivamente lo sucedido en Nuevo León con el triunfo de EL BRONCO es una cachetada a los partidos políticos que le han gobernado, la gente del vecino Estado vieron en JAIME RODRIGUEZ la oportunidad de revelarse en contra del dedazo y las imposiciones, y de vengarse de los excesos en la corrupción y el olvido en áreas como la seguridad pública, el desarrollo económico que tanto les caracterizó.
Se puede pensar que esa situación va a servir para que los partidos consensuen con el pueblo a los candidatos, que de alguna manera sea la ciudadanía la que marque la pauta y los personajes más limpios, con historial de honestidad, o los menos corruptos y que tengan capital político sean los que aparezcan en las boletas.
Si bien es cierto, el fenómeno BRONCO puede dar una sacudida a los partidos políticos, también es verdad que sirvió para que en todo el país comenzaron aparecer caballitos de molienda, ponys de feria y hasta burros que se creyeron finos corceles, “broncos”, cuando la realidad es que por lo único que se les puede considerar de esa manera es porque no entienden, por su soberbia que les hace sentir con atributos suficientes para medirse en las urnas de manera independiente aunque no gocen del respaldo popular.
Claro, no se duda que entre todos anden dos o tres broncos o quizá hasta un Pegaso con ganas de volar al firmamento político, pero el resto debe estar consiente de lo que significa ir solos a una contienda electoral, de entradita, lo que les costara el proceso, no se trata solo de esfuerzo, sudor y lágrimas, también es dinero, porque una elección se gana con votos sí, pero también con muchos pesos que a final de cuentas son los que pueden marcar la diferencia, lamentable, pero así es este perverso juego de la política, donde por lo general no gana el que tiene más carisma o saliva para comer más pinole, sino quien tiene con qué hacerse una imagen y comprar el maíz y el molino para el pinole.
El próximo año en Tamaulipas tendremos elecciones de alcaldes, diputados locales y gobernador, son muchos los personajes que ya andan con un pie en el estribo, tratando de subirse al tren 2016.
A lo largo y ancho del territorio tamaulipeco se escuchan nombres de personajes enfundados en diferentes colores que dicen pueden ser los BRONCOS tamaulipecos, quizá unos con capital político y económico que apostar mientras que otros no hay nada que les asista en sus ilusiones.
Todos deberán tener claro que el fenómeno de Nuevo León es difícil se repita en Tamaulipas, las situación geográfica y cantidad de votantes por región hacen la diferencia entre las dos entidades.
Mientras que Nuevo León con su zona conurbada representa la mayoría electoral, acá en tierras cuerudas son diferentes los sentires de Nuevo Laredo a Tampico, o de Victoria a Reynosa, Matamoros o Madero.
Los capitales económicos también tienen mucho que ver, en síntesis, para situaciones político electorales Tamaulipas no es Nuevo León, difícilmente el fenómeno BRONCO se repetirá en esta Entidad, son muchos los factores que influirán en la próxima elección, el principal, la operación con dinero, y aunque se tenga un candidato carismático, recordemos que cartera mata carita, y los dinerosos no arriesgaran su capital económico o el de su familia, así es que seguramente de todos los que se escuchan hoy decir que se pueden ir por la libre y contender por la gubernatura, muchos a la hora de hacer cuentas dejaran los rayones, sentirán el freno rechinar en sus dientes, el dolor de las espuelas, les jalaran la rienda y los herraran con las iniciales de otro corcel.
Con respecto a los aspirantes a las alcaldías o una curul en el congreso local que se quieran ir por la libre, enfundarse en el pueblo y luchar por sus sueños de manera independiente quizá la situación sea menos complicada, porque incluso se puede dar el voto cruzado, es decir los bronquitos pueden tener más oportunidades.
