Maremágnum
Mario Vargas Suárez
El asunto de los maestros de Tamaulipas, lamentablemente está politizado y le aseguro a usted que no falta mucho para que aparezcan los verdaderos motivos por los cuales una cuestión académica dio un vuelco a ese campo de la grilla.
Como dice Denis Romero, “Desde mi perspectiva”… confirmo la idea de que la postura teórica de la mal llamada reforma educativa, busca evaluar a los maestros de México considerando algunas áreas del quehacer docente.
Parto de la postura de que los maestros son la única clase trabajadora ¿de México? que es sometida a una evaluación, pese a la documentación que avala su preparación académica y por las amenazas y falta de claridad en su aplicación, surge la desconfianza al mismo sistema.
Rescato que en esa evaluación se involucra al director de la escuela, que tiene la responsabilidad de identificar el grado de cumplimiento de las responsabilidades profesionales del maestro, su participación en el funcionamiento de la escuela, en órganos colegiados y su vinculación con los padres de familia y con la comunidad.
Si se analiza lo anterior, no es nada fácil emitir un juicio de valor sobre el desempeño docente y aquí se puede prestar a revanchismos políticos, pero… se supone que el INEE diseñó estrategias para evitar abusos y favoritismos. Es decir busca la verdad académica.
Es claro y hasta natural que los maestros incluso dudan de sus mismos directivos.
Otra área de evaluación del trabajo docente se refiere a las evidencias que el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) solicita al maestro de su “Portafolio”. Es decir mostrar al INEE los trabajos producidos por sus alumnos, donde se aprecie la práctica de enseñanza.
En este sentido se pide al profesor que “suba a la plataforma del INEE cuatro evidencias, dos de estudiantes excelentes, pero también dos de estudiantes ‘burros’ y además planteará estrategias didácticas que resolver las cuestiones que le puedan ser planteadas en uno y otro caso.
Sin embargo, por muy fácil que parezca todo esto, el trabajo de los maestros se está multiplicando y más, cuando la plataforma –sitio de internet del INEE- no permite el acceso o en su caso, apenas ‘abre’ la página y casi de inmediato ‘lo sacan’. Se entiende una sobresaturación.
En cuanto al el examen le comento que, según se supo, no es examen para explorar los conocimientos del profesor sobre temas de la clase. Se refiere a las implementaciones didáctica metodológica de la estructura del programa y sus contenidos.
Los maestros de Tamaulipas y de México no temen la aplicación de un examen, lo que temen es a quedarse sin empleo porque no confían en las autoridades educativas y sienten a su sindicato débil, amarrado de pies y manos.
Por otro lado, el movimiento docente en Tamaulipas para “Tirar la reforma educativa de EPN” no es posible, está bien amarrado y ese es solo un pretexto para buscar reflectores, para placear a algunos personajes del magisterio.
Dije al principio que se ha politizado la reforma educativa en Tamaulipas, porque pese a que este tema alcanzó ya el rango constitucional, el Congreso Local no puede hacer nada para sacarla incluso del estado, porque la contravendría y es ilegal.
Las verdaderas razones de este movimiento parecieran son por la silla sindical que, según se ve, tal vez deje vacía Jesús Rafael Méndez Salas en la sección 30, el próximo 31 de agosto.
Quizá los maestros que andan liderando el movimiento magisterial, con sabor a reforma, podrán seguir utilizando las redes sociales e inculpar a funcionarios de la SET y de la Sección 30… pero el momento de las protestas por la reforma educativa ya pasó.
El presente está tejiendo el futuro y lo que sigue es la salida de Méndez Salas a la Cámara Baja… ¿Y si el Comité Ejecutivo decidiera que Jesús Rafael se queda a concluir su periodo en la sección y al que se va es Mariano Lara?
Los seudo líderes buscan es notoriedad.
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