Estado

Comer y ahorrar a la vez: ¿De dónde?

TINTERO

Por Francisco Pucheta

´´Pero es que para tener y vacacionar hay que ahorrar…´´, le decía un obrero a otro. ´´¿Y de dónde, si apenas nos alcanza para malcomer´´, le responde el segundo.

Efectivamente, mientras la llamada clase política se gasta poco más de 29 mil millones de pesos en las elecciones intermedias dispendiosas del pasado 7 de junio, según datos del INE, el pueblo mexicano sufre los embates de un rezago que no cede, al contrario se agrava con el paso de los días y los meses de un mal gobierno más preocupado por los temas macroeconómicos que el bolsillo de los consumidores.

La ciudadanía sufre, lo resiente y no encuentra solución viable a su problema porque lo ha empeñado todo, hasta el alma, en su afán de salir adelante, pero ni bien logra sacudirse la entelequia cuando ya le están asestando otro golpe que al cabo es el pagano de todos los errores que comete el sistema que mal gobierna a la nación.

Ahora mismo los precios de las mercancías suben y en el caso de los básicos como el huevo se ancló en los $ 60 pesos y así por el estilo la tortilla, el frijol, los productos hortícolas y demás de consumo indispensable que andan por las nubes en un mercado desigual y de inequidad laboral por el alto desempleo que existe en el ámbito regional y nacional.

En cuanto a la frontera norte ya se advertía que las cosas no iban a estar mejores por las mediciones que empezaban a darse sobre el fenómeno de las crisis recurrentes y el tema del IVA, la base impositiva que es la madre de todos los agravios que arrastramos quienes le seguimos apostando a México como país.

Las previsiones económicas de los organismos cúpula del sector empresarial, contemplaban para 2015 una caída del poder de compra de los consumidores mayor de 4 % según cálculos preliminares y mayor tasa desempleo.

La revaluación del dólar frente a las divisas extranjeras, sobre todo ante el peso mexicano que se depreció de manera importante, obedeció al desplome de los precios internacionales del petróleo y al socavamiento de las economías que dependen de ese rubro como sostén de sus finanzas amén de los erráticos manejos de los gobiernos sobre planificación, uso y explotación de los recursos naturales en los países que representan.

En este contexto las fronteras mexicanas, particularmente las que limitan con Estados Unidos, sufren los embates de la presión inflacionaria por la devaluación del peso ante la divisa verde, y se agrava con el IVA que es detonador del encarecimiento de los bienes y servicios al que acceden los consumidores.

Se insiste en que la deuda de las empresas fronterizas con sus proveedores de la Unión Americana está estimada en unos $ 112,402 millones de dólares lo que implica un problema de desfase para sus economías. Sufren igual las que no exportan, las que no reciben dólares o las que exportan poco.

En sus reportes financieros de este año los empresarios de las zonas limítrofes añaden que los vaivenes cambiarios las afectan en diferentes medidas. Aunado a lo anterior el bajo crecimiento económico de 2.1 para 2014 tampoco abona en mejores expectativas para el resto del año. Se estima que el crecimiento para el 2015 será un poco mejor si se logra estabilizar la política interior alterada por los problemas sociológicos, de inseguridad y violencia, que generan alto costo para el país.

La ausencia del turismo es otro factor que se suma a los quebrantos que sufren las comunidades fronterizas por la pérdida de confianza en las autoridades omisas que poco han hecho por mejorar la imagen que se ofrece ante los ojos del mundo.

El venado ´´cola blanca´´ que era uno de los escasos atractivos con que cuenta la región norte de Tamaulipas no reportó los ingresos de otros años ni los beneficios colaterales a la hotelería y al comercio por el ausentismo de los cazadores.

La derrama por este concepto era atractiva y esperada por los productores ganaderos que incluyen en sus espacios la cría de ciervos para la diversificación de sus actividades empresariales.

Percibían derramas de divisas frescas superiores a los 3 millones de dólares por temporada, sólo en la región comprendida en Nuevo Laredo que era visitada por los amantes de la cinegética de origen norteamericano.

El comercio de artesanías, la rama hotelera y restaurantera también se deprimieron y hasta el turismo médico fue impactado por la ausencia de visitantes extranjeros a la zona fronteriza mexicana. Tendencias tan desfavorables solo contribuyeron a deprimir más a la economía fronteriza mientras los políticos y el gobierno nos pintan otro panorama.

Las malas políticas de un Estado mexicano caduco y corrupto nos pone en esta difícil tesitura pero si la sociedad civil organizada se lo propone, entre todos podremos influir a que esto se supere aportando y presionando para sacar al país del hoyo en que se encuentra atorado.

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