“En Tamaulipas Esté Arroz, ya se Coció”
“A RÍO REVUELTO, GANANCIA DE PESCADORES”
Por Ramón Loo
Cuan equivocados estábamos y estamos los tamaulipecos, al haber pensado que realmente las autoridades federales venían a defender y proteger a la ciudadanía, que adolece desde hace ya mucho tiempo, la inseguridad, la impunidad, la extorsión, el secuestro, el robo, la violación, la ejecución, y pues ya nada más faltaba, que nuestro glorioso ejercito mexicano, aprovechándose de la situación, y de los operativos que realizan dentro de las ciudades y en las carreteras, pues de plano, también quieran sacar su “tajada”…¡ya se habían tardado!.
Se ha puesto en evidencia que han existido algunos abusos, de parte de la fuerzas armadas durante los diversos operativos implementados para regresar la seguridad pública en Tamaulipas, y es que parecer ser que nuestras fuerzas federales y militares, accionan en contra de la ciudadanía en general, pues es cada vez más notorio y con mayor frecuencia, que esas autoridades lesionen a la sociedad civil, mientras que por otro lado los embates del hampa organizada, se vienen sucediendo cada vez con mayor descaro e impunemente, por lo que resulta insostenible que la debilitada sociedad tamaulipeca, resista esa situación por más tiempo.
Desde que el mismo gobierno estatal, y los gobiernos municipales, permitieron que día a día cobraran más fuerza los grupos delincuenciales, empezando por los mismos servidores públicos, hasta llegar a los grupos armados, que sin querer, y debido a sus pugnas internas provocaron el miedo en esos malos gobernantes de Tamaulipas.
Haciendo que ese miedo se trasformará en pavor al ver amenazadas, sus ganancias sexenales y trienales, por lo que ni tardos ni perezosos acudieron llorarle al gobierno federal, suplicando que interviniera, so pretexto de garantizar la paz y la tranquilidad de los ciudadanos y los viniera a proteger y defender de los carteles que ellos mismos habían prohijado, y que ya desde hace tiempo comenzaban a disputarse las mayores rebanadas del pastel que representa el estado tamaulipeco.
¡Pues bien!… ya está aquí la fuerza federal ¡sí!, lo malo es que ante la podredumbre de nuestro sistema de justicia, que es más que negro, ya adquirió el tinte de morado, ha hecho y permitido que, a pesar de la emergencia que se vive en el estado, por las cada vez mayores situaciones de riesgo, se sigan dando inconsistencias en el aparato que debería de servir para la procuración, de una justicia que al parecer en México ya no existe.
Esto ha venido a dar al traste con las buenas intenciones que las fuerzas armadas traían, pero que al parecer poco les duró la enjundia, para acabar con el crimen organizado, que la verdad, está tan bien organizado, que hacerlo seria una misión casi imposible, pues para acabar con ese cáncer, que se ha extendido al grado de metástasis, y que todo indica que parece estar auspiciado, protegido y coludido, con las más altas esferas del poder en México, y que esos grupos de criminales indeciblemente están sostenidos por los mismos representantes gubernamentales.
Resulta en verdad hasta creíble, como lo que le sucedió a nuestra selección mexicana de fut-bol, en la justa mundialista, que después de ir ganando, terminaran arrodillados por los contrarios, en pleno signo de redención, para que otra vez, seamos considerados por el Mundo, como los “ya merito”, los “ya casi les ganábamos”. Así de igual sucede en la vida de los mexicanos, que vienen padeciendo esos yerros, acuñados desde que los españoles, nos quitaron aquella emblemática pluma, que nos distinguía de ser una raza pura.
Increíble es lo que, estamos padeciendo, pues nos encontramos a dos fuegos, los malos gobiernos y los mañosos mafiosos, pues la misión que en un principio era el motivo de hacerse patentes las autoridades federales y actuar en contra de las organizaciones delincuenciales, que estaban en franca pugna entre bandos rivales, de su misma calaña y que con esos enfrentamientos venían lapidando a
todo el estado, y a sus habitantes como un daño colateral, y que precisamente, es lo que la sociedad aún continua padeciendo.
Por otro lado las autoridades dicen que la sociedad ya puede dormir tranquila, pues se ha logrado restablecer la paz y la tranquilidad, ¡Sí¡…lo que no dicen es que eso ha ocurrido, pero entre esos delincuentes, quienes ahora que esas fuerzas del orden federal, han calmado esos ánimos entre ellos, esos grupos delincuenciales, se encuentran en la fase de su reorganización, y lo peor de todo es que ellos, están arrastrando a algunos de los elementos de esas fuerzas federales que llegaron con la intención de salvaguardar el orden y el estado de derecho en Tamaulipas, cosa que aún no se vislumbra y que viene empeorando la vida de la sociedad civil.
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Pues ese es el comentario generalizado en todo Tamaulipas, pues de nueva cuenta ya comenzó otro éxodo de empresarios y familias de bien, en la zona sur del estado, pues la finalidad de la secretaría de gobernación se ha trastocado, ante la evidencia de los más recientes acontecimientos, donde sí sales de tu casa en carro, o a pie es lo mismo, en las calles se encuentran “los leones devorando a sus presas”, y como dicen algunos, “tan malo es el pinto como el colorado”, así que , pues para el lado que te hagas, esto se ha convertido en el maremágnum de la humanidad y sus sociedades.
Donde hasta los elementos de las fuerza federales, detienen a quién sea o que pase por enfrente de ellos y permiten que “nuestras e ilustres” autoridades estatales y también las municipales, arremetan en contra del ciudadano común, tan solo porque trae los vidrios de su carro polarizados, ó porque deben alguna tenencia vehicular, y que por esa u otras mínimas razones, les decomisan su unidad, afectando y lesionando su cabalgante y su preocupante deteriorada economía.
Pero lo que más duele, y que es la causa principal de que toda la sociedad proteste es que, lo que realmente ha sucedido es que, las autoridades federales anunciaron con bombo y platillos, actuar con todo el poder con la finalidad de aplicar las estrategias, eran para regresar la seguridad de la comunidad, para apoyar y proteger a un pueblo, y que la verdad, sí han servido, pero nada más para arropar y proteger a los gobernantes en turno y a sus familias, además de a todo su séquito de funcionarios, de esos dos niveles de gobierno, estatal y municipal, quienes son los gozan de todo un andamiaje de seguridad, pagado por los impuestos de todos los mexicanos, tamaulipecos. Es por eso que, como dice el refrán, “A río revuelto, ganancia de pescadores”.