Evadir y culpar: la estrategia favorita del alcalde Carlos Peña
Martín Díaz / La Nube
Carlos Peña Ortiz, alcalde de Reynosa, vuelve a dar la nota, pero no precisamente por su conocimiento enciclopédico del quehacer político. Esta vez, nuestro alcalde decidió lanzarse contra el Congreso del Estado, asegurando —con toda la convicción de quien no ha hecho su tarea— que las iniciativas a favor de la protección animal que, según él, ha enviado, están durmiendo el sueño de los justos en la congeladora legislativa.
El diputado Humberto Prieto Herrera, presidente de la Junta de Gobierno del Congreso, no tardó en salir al quite y, con elegante diplomacia, básicamente le dijo: “Carlos, ¿de qué me hablas?” Prieto fue claro: ni esta legislatura ni la anterior han recibido iniciativa alguna del alcalde respecto al tema.
Y por si quedaba alguna duda, Prieto Herrera recordó que en noviembre de 2023 se reformó el artículo 469 del Código Penal de Tamaulipas para aumentar las penas por maltrato animal, una iniciativa impulsada directamente por los legisladores, no por el Ayuntamiento de Reynosa.
Entonces, si la legislación ya avanzó y el Congreso hizo su chamba, ¿a qué viene el berrinche del alcalde? Quizá a desviar la atención de temas más incómodos o simplemente a demostrar que en Reynosa la desinformación también ocupa un lugar en el gabinete.
Prieto, en un golpe directo al mentón político, citó la Ley de Protección a los Animales de Tamaulipas, que establece que los municipios deben difundir el trato digno hacia los animales. O sea, querido Carlos, en lugar de andar lanzando acusaciones sin fundamento, tal vez sería buena idea que revisaras lo que le toca hacer al Ayuntamiento que encabezas.
Al final, queda claro que la confusión del alcalde es un reflejo de su estilo de gobernar: mucho ruido, pocas nueces, y una preocupante tendencia a confundir protagonismo con gestión efectiva. Mientras tanto, los animales de Reynosa siguen esperando atención, mientras el Alcalde se escuda en mentiras para evadir sus responsabilidades.