Aseguran laboratorio que producía toneladas de metanfetamina
*El impacto económico en uno de los narcolaboratorios asegurados en Pueblos Unidos es superior a los 10 millones de pesos.
En la zona rural de Culiacán, Sinaloa, personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), propinó un duro golpe al Cártel del Pacífico, al asegurar un narcolaboratorio cuya producción diaria se estima en 56 toneladas de metanfetamina.
La comunidad rural de Pueblos Unidos, se encuentra a pocos kilómetros de Tacuichamona donde el pasado 9 de febrero, las fuerzas federales capturaron a José Guadalupe Tapia Quintero, El Lupe, operador de alto rango del líder del Cártel de Sinaloa y compadre de Ismael El Mayo Zambada.
Luego de algunos sobrevuelos, los elementos militares detectaron algunas anomalías que los llevaron a realizar recorridos a pie y al percibir un fuerte olor parecido al azufre, se adentraron en una zona cubierta de árboles y maleza, al avanzar, notaron que en el sitio había tanques, bidones, mangueras, así como costales con amoníaco, acetona, y otras sustancias químicas empleadas para “cocinar” drogas sintéticas.
A medida que avanzaban entre las brechas, el olor se volvió penetrante y supieron que el laboratorio estaba activo, sin embargo, no había trabajadores en su interior, ya que al detectar la presencia militar los “halcones” del narco presuntamente alertaron a los cocineros para que huyeran del lugar.
En el punto quedaron mascarillas, botas, guantes tambos metálicos de hasta 200 litros, cucharas de madera y utensilios regados en el suelo, asimismo, se aprecian algunos restos de comida y envases de refresco que ingerían pese a las condiciones tóxicas del lugar.
Asimismo, fueron localizados 128.03 kg de posible fentanilo granulado, 629 mil 138 pastillas de probable fentanilo, con un peso aproximado de 68.576 kilogramos, 100 kg aproximadamente de posible metanfetamina, 750 kg aproximadamente de probable ácido tartárico, 275 kg aproximadamente de posible manitol, 225 kg aproximadamente de probable sosa cáustica y 28 reactores de síntesis orgánica.
El coronel Alfredo Gonzales Cuevas, comandante del 94 batallón de Infantería, guió el recorrido que MILENIO hizo en la zona ayer viernes, donde el entramado de mangueras, tanques de gas, bidones, ollas y reactores, revelan la inventiva de los grupos delictivos, que han aprendido a convertir utensilios comunes en partes de sofisticados laboratorios.
A decir del militar, quienes laboran en esos lugares tienen que utilizar mascarillas especiales ya que la concentración de sustancias químicas en el ambiente puede llegar a quemarles la piel. El peligro aumenta ante la presencia de tanques de gas en el suelo, sustancias inflamables, así como la presencia de armas de fuego de quienes suelen cuidar dichos campamentos.
CON INFORMACIÓN DE MILENIO