PAN y PRD dudan del éxito del plan federal de seguridad para Tamaulipas
CIUDAD DE MÉXICO (CNNMéxico) — Senadores de los principales partidos de oposición cuestionaron el plan de seguridad que el gobierno federal anunció el martes para Tamaulipas, un estado del norteste de México donde de abril a la fecha han ocurrido 70 muertes en balaceras relacionadas con el crimen organizado.
Para los legisladores, la estrategia presentada por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, es similar a la que las autoridades federales han aplicado en Michoacán, donde consideran que no ha dado resultados suficientes.
El plan, según el secretario, se basará en tres ejes: depurar a las policías locales; combatir a los traficantes de drogas, armas y personas, y desarticular a los grupos delictivos. A diferencia de lo que hizo en Michoacán, en Tamaulipas el gobierno federal no ha nombrado un comisionado especial encargado del operativo.
«Es más de lo mismo, exactamente el mismo modelo que aplicaron en Michoacán, sin un comisionado, pero básicamente las mismas estrategias», dijo en entrevista este miércoles el senador Roberto Gil Zuarth, militante del Partido Acción Nacional (PAN) y presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara alta.
En opinión del legislador, el gobierno del priista Enrique Peña Nieto busca rectificar el error de haber disminuido la presencia de fuerzas de seguridad federales en el estado, una zona que disputan los cárteles del narcotráfico para enviar droga a Estados Unidos.
«Tienen que reconocer que en buena medida se agravó el problema de Tamaulipas porque se abandonó el modelo de contención, es decir, una presencia permanente de las Fuerzas Armadas y de las fuerzas federales en el estado. (…) El gobierno calculó que una menor presencia de Fuerzas Armadas iba a provocar una pacificación, pero lo único que provocó fue un aumento de la violencia», señaló.
Durante el pasado gobierno, a cargo del panista Felipe Calderón (2006-2012), las fuerzas federales se mantuvieron en entidades violentas como Tamaulipas.
Los exfuncionarios de esa administración —como Gil Zuarth, que fue subsecretario de Gobernación y secretario particular de Calderón— afirman que el plan gubernamental sirvió para contener a la delincuencia, aunque especialistas y organizaciones civiles dicen que la presencia de militares en las calles aumentó la violencia y generó violaciones a los derechos humanos.
El senador Alejandro Encinas, en tanto, coincidió con Gil Zuarth en que la estrategia anunciada para Tamaulipas es parecida a la de Michoacán y puso en duda su efectividad.
«Se tienen que dar resultados, pero si somos objetivos y si bien ha habido avances en Michoacán, el problema de fondo no está resuelto, subsiste», dijo a medios este miércoles el legislador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, Segunda.
Para el legislador de izquierda, uno de los mayores riesgos del plan federal es que se «desplace» a las autoridades locales, y citó como ejemplo que el comisionado en Michoacán, Alfredo Castillo, ha dado el visto bueno a nombramientos del gobernador priista Fausto Vallejo.
«Hay que hacer todos los esfuerzos por combatir al crimen y garantizar la seguridad de las personas, pero también hay que tener mucho cuidado en evitar que regresemos a mecanismos de control centralizados desde la Federación, desplazando a las autoridades y gobiernos locales», dijo.
Para el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), sin embargo, la decisión del presidente Peña Nieto de iniciar operativos en Tamaulipas es correcta.
«Creo que el gobierno federal ha hecho lo correcto en el caso de Tamaulipas. Ya se requería la presencia de fuerzas federales. Tamaulipas nos lo entregó el gobierno federal panista de Calderón convulsionado: fosas comunes con 300 cadáveres, asesinatos en las carreteras, en la vía pública. Parecía un estado de guerra», dijo en entrevista este miércoles el senador priista Omar Fayad, presidente de la Comisión de Seguridad Pública.
Cuestionado al respecto, el legislador reconoció que el plan aplicado en Tamaulipas tiene similitudes con el de Michoacán, pero rechazó los señalamientos del PAN y del PRD en el sentido de que no está dando resultados.
«En Michoacán están a la vista (los resultados). Pregúntale a la gente. No hay mejor resultado que la gente te diga: ‘ya estamos más tranquilos, ya nos sentimos más seguros, ya las autodefensas son policías rurales, ya está todo bajo la legalidad’. Creo que el avance ha sido importante», dijo.
Horas antes, el líder de los senadores priistas, Emilio Gamboa, declaró ante medios tener confianza en que «pronto» se restablecerá el orden en Tamaulipas.
«Espero que Tamaulipas, que es un estado muy productivo y trabajador, pronto recupere lo que ellos desean, paz y tranquilidad», dijo el legislador.
Al igual que Michoacán, Tamaulipas tiene un gobernador priista, Egidio Torre Cantú. Tiene una población aproximada de 3.2 millones de personas y al menos desde 2008 enfrenta problemas de violencia debido a los enfrentamientos entre el cártel del Golfo y Los Zetas, su antiguo brazo armado.