Sufren adultos mayores para cobrar sus apoyos
Más de cinco horas formados en el sol es lo que sufren adultos mayores y personas con discapacidad para poder cobrar el apoyo federal que reciben cada bimestre.
CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Más de cinco horas formados en el sol es lo que sufren adultos mayores y personas con discapacidad para poder cobrar el apoyo federal que reciben cada bimestre.
La inoperancia del banco de Bienestar recién inaugurado en el eje vial y calle Bravo, aunado a la falta de información hacia los beneficiarios de más de 65 años y de personas con discapacidad fueron las causas para vivir ese calvario.
El nuevo banco está sin energía eléctrica desde hace cuatro semanas, según lo informado por los mismo empleados Federales.
Hasta el momento el delegado en Tamaulipas Luis Lauro Reyes Rodríguez, no ha informado sobre alguna solución para esta situación que afecta directamente a las personas adultas y con discapacidad.
El banco del 9 Matamoros y Guerrero en la zona centro dio la cobertura de pagar a todos los beneficiarios de la capital y sus alrededores.
Sin embargo la poca cantidad de empleados fue ineficiente para atender a todos los beneficiarios que duraron más de 5 horas haciendo fila en pleno solazo.
Al banco ubicado en el eje vial seguían llegando adultos mayores hasta caminando para cobrar su pensión, pero se llevaban la sorpresa que estaba cerrado, sin que alguien les avisara que esta inoperante por falta de energía eléctrica.
“Vengo caminando desde la colonia Tomas Yarrington y resulta que no jala el banco, está cerrado me dicen, tengo que venir otro día”, señaló un adulto mayor que llegó ilusionado a cobrar su pensión.
Muchos de los beneficios que estaban en la fila del banco del 9 Guerrero señalaron que tenían horas esperando que llegará el camión de la Panamericana a rellenar el cajero, pues estaba sin dinero, y les mencionaban los empleados del banco que ya lo iba a rellenar.
Por la mañana el delegado Federal Luis Lauro Reyes Rodríguez asistió a un evento cívico llevado a cabo en el cuartel militar de esta ciudad, mientras que los abuelitos ya tenían horas de estar formados desde temprano esperando su pago.