Esta semana dejarían cerrada la presa
CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Antes que culmine la semana,la Presa Vicente Guerrero del municipio de Padilla cerrará compuertas para no enviar agua a los cultivos en el Distrito de Riego 086.
El vaso lacustre más grande de Tamaulipas y que abastece el 70 por ciento del municipio de Victoria, así como a esa zona de riego agrícola, pero a la fecha está a casi un 10 por ciento de su capacidad.
Por lo que seguir drenándola causaría efectos más cíticos que lo que se vive en la red doméstica de los capitalinos.
Así lo advierte el secretario de Recursos Hidráulicos para el Desarrollo Social en Tamaulipas, Raúl Quiroga Álvarez, dijo que está por terminar la irrigación del ciclo 2022-2023 de la región citada.
Fueron poco más de 92 mil hectáreas que se beneficiaron con 350 millones de metros cúbicos de agua (Mm3) con un periodo de cerca de 10 meses.
Por ello el sorgo y maíz que se producen en municipios de Soto la Marina y Abasolo ya no recibirán más recurso hídrico para poner fin así a su ciclo.
Este riego ha contribuido que la Vicente Guerrero se haya vaciado rápidamente en lo que va del año, pues de iniciar un 22 por ciento, hoy no llega ni al 11.
Afortunadamente, el abastecimiento para capitalinos está asegurado para el 2023, luego que sólo 50 Mm3 que la capital utiliza cada año.
Pero cada día qué pasa, el funcionario estatal reconoció que es Victoria de todo el Estado, es el municipio que más peligra en quedarse sin agua para consumo humano.
La solución a ello, es la creación de la segunda línea del acueducto Guadalupe Victoria, proyecto que es a largo plazo pero que es factible y está dentro de la obra pública de próximos años.
“Con desabasto de agua, de ciudades importantes tenemos sólo Victoria, y tenemos desabasto de agua porque seguimos el tema pendiente de conseguir la segunda línea del acueducto, una vez que concretemos ese proyecto seguramente no tendremos”.
Detalló que las lluvias de marzo y abril, la presa logró llegar al 17 por ciento del total, pero rápidamente descendió a llegar al nivel que hoy críticamente registra.
Esas lluvias sólo beneficían al campo y ganadería, después de 5 años de sorgo de sequía extrema.
