Estado

“Fui víctima de una infamia”: Pérez Inguanzo

En entrevista con EXPRESO-LA RAZÓN, el exalcalde de Tampico habla por primera vez desde que dejó la Presidencia Municipal y la cárcel, acusado de varios delitos que resultaron infundados

(Primera de dos partes)
Óscar Pérez Inguanzo se asume y se considera una víctima que demanda la reparación de los daños que le causaron las acusaciones infundadas que lo llevaron a la cárcel. Y ya está actuando, con base en la ley y la confianza de quien espera justicia, mientras los responsables de lo que le sucedió están libres.
Asegura que fue víctima de una infamia, de tortura en la cárcel, de amenazas, extorsión y que perdió su patrimonio.
El exalcalde cuenta lo que vivió en los penales de Altamira y El Mante, durante el gobierno de Egidio Torre Cantú, el último gobernador priísta de Tamaulipas. 
“Ni a un animalito le deseo lo que viví esos días”, confiesa.
Es la primera vez que da amplias declaraciones a la prensa desde que salió de la cárcel y de pasar un año hospitalizado, en 2012. 
Desde su casa, en Tampico, Pérez Inguanzo asegura que no guarda rencores, que su tiempo de participar en política ya pasó y que tiene amigos en todos lados y si le piden apoyar, con gusto lo hará.
Nombres de alcaldes, ex alcaldes, diputados y de 2 gobernadores salen a relucir en relación con los procesos penales que enfrentó y que fueron desechados por el Supremo Tribunal de Justicia que lo absolvió de toda acusación. 
“Aquí estamos regresando después de un tiempo que salí de la Ciudad. Aquí nací y estudié hasta la preparatoria, después me fui a estudiar la universidad a Monterrey. Tuvimos la fortuna de ser Alcalde de nuestra ciudad y después tuvimos un tema fuerte, delicado que afortunadamente demostré mi inocencia pero nos tuvimos que salir de la ciudad por un tiempo”.
Pérez Inguanzo regresó a Tampico hace 2 años, tras haber vivido en Estados Unidos y luego en la Ciudad de México, antes y después de su encarcelamiento.

EL INICIO EN UN GOBIERNO PANISTA
Nieto de Vicente Inguanzo Suárez, quien fue Presidente Municipal de Tampico hace más de 60 años, considera que de él heredó el gusto por el servicio público. En 2008 él mismo llegó a la Alcaldía.
“Sacrificas todo. A la familia, a los negocios, las empresas, pero es una experiencia la verdad muy bonita. Ser Presidente Municipal es un privilegio; me llena de orgullo ser un tampiqueño que le pude servir a los tampiqueños”, señala.
Antes de ser Gerente de la Comapa Zona Conurbada, Pérez ya se le reconocía como próspero agricultor, ganadero y empresario en Tamaulipas, norte de Veracruz, la Huasteca potosina y en Texas, en donde contaba con varias empresas.
Como presidente del Patronato de Deportes del Ayuntamiento panista de Arturo Elizondo, Óscar Pérez Inguanzo trabajó en el acondicionamiento de campos deportivos y promoción del deporte en las colonias.
Su inicio formal en la política fue con el gobernador priísta Eugenio Hernández Flores, de quien se dice amigo.
En Comapa “me tocó inaugurar la planta de tratamiento de aguas residuales de Tierra Negra que inició sus funciones a fin de mi trienio como Presidente Municipal; cuando era Gerente de Comapa me tocó participar en el inicio de los proyectos ejecutivos para la construcción de las plantas junto con los Alcaldes de Tampico y de Madero”.

-Estando en Comapa, en contacto con la gente ¿le empieza a agarrar el gusto al servicio público?
-Sí, me gustó poder apoyar a los tampiqueños y de ahí que varios amigos me alentaban y me decían “Oye, pues por qué no le entras, necesitamos a alguien que le guste servir a los tampiqueños, que no tenga necesidad de servirse de Tampico”. Renuncié a la Comapa un año antes de las elecciones. Los tampiqueños somos muy especiales, todos, me incluyo en ellos y no nos gusta que alguien participe en un lugar para que luego le sirva de trampolín. Hablé con el Gobernador, me preguntó por qué y le dije que porque quería buscar la Presidencia Municipal de Tampico y no quiero que los tampiqueños piensen que yo utilicé ese momento o ese espacio para hacer campaña.

-Y fue un proyecto, aunque abanderado por el PRI, mucha gente de la sociedad civil y de gente sin partido se le sumó
-El partido es el vehículo que te lleva o el autobús en el que te subes, pero yo creo que hoy la política moderna es por personas, porque yo era panista. O era militante panista pues apoyé a Arturo Elizondo, estuve como Presidente del Patronato de Deportes del municipio, de un municipio panista.
No se dio la oportunidad de participar por el PAN, pero me la dieron por el PRI y yo no había sido militante del PRI, me hice militante cuando inició Eugenio (en 2003).

-Y gana…
-Sí, fue una campaña de mucho trabajo, me tocó competir con Jesús Nader, que hoy es el Alcalde de Tampico. Jesús ya había sido diputado federal, ya había tenido una campaña a la Presidencia Municipal con Fernando Azcárraga, que Fernando ganó. Fue la misma elección que ganó Eugenio y pues eso fue el arrastre del Gobernador que tuvo que ver mucho, sobre todo un gobernador como en este caso, que era muy carismático.

“No hubo la apertura del PAN porque Jesús Nader quería volver a competir y pues somos amigos y dije, bueno, tú dale por el PAN yo le voy a dar por el PRI, vamos a respetarnos y a tratarnos bien, con propuestas y así le hicimos. Cuando yo inicié mi campaña prácticamente me conocía el 8 por ciento de la gente y a Jesús lo conocía el 85 por ciento.

-¿Alguna vez dudó de ganar?
-No, no, no, no, no. Yo nunca dudé que fuera a ganar, yo estaba seguro que iba a ganar.

-Y gana. ¿Cómo queda la relación con Jesús?
-Bien, bien, Jesús es mi amigo. Me tocó apoyarlo en su campaña ahora esta que acaba de pasar y en la anterior. Yo no vivía en Tampico pero lo apoyaba.

-Hay cosas que son más fuertes que una campaña política.
-Tres años se pasan volando. A veces a muchas personas se les olvida que esto es una pasadita nada más una probadita y no vas a ser el Presidente para toda la vida. Vas a tener 3 años y hay que sacar el máximo provecho ayudando a la gente. ¿Para qué te peleas? Al contrario, estas oportunidades son para hacer amigos, no enemigos.

ASÍ FUE EL APOYO DE EUGENIO
Como alcalde, Pérez Inguanzo recibió el apoyo de Hernández Flores, con recursos, incluidos federales,  para importantes proyectos en la ciudad. 
“Los ingresos propios de Tampico son el predial, los permisos o licencias de construcción y los usos de suelo, todo eso. Entonces ser Presidente y amigo del Gobernador es una parte muy importante, porque nosotros nos dedicamos a destinar esos recursos a hacer proyectos ejecutivos y ya que los teníamos, iba con el Gobernador y se los presentaba”.

EL ASESINATO DE RODOLFO TORRE Y LAS AMENAZAS
Pérez Inguanzo pasa a la indignación al recordar el asesinato de Rodolfo Torre y lo califica como una tragedia para Tamaulipas.
Con él tenía una amistad que surgió después de colaborar en acciones de gobierno, siendo Óscar el Alcalde y Rodolfo representante de la administración estatal en la localidad.

-La situación de inseguridad le cobró la vida a Rodolfo Torre a una semana de las elecciones ¿qué pasa en ese momento por su cabeza?

-Fueron unos momentos muy difíciles, yo digo que fue la tragedia de Tamaulipas y de los tamaulipecos. Tuve la fortuna de tratar mucho a Rodolfo; el gobernador tenía un esquema de RT que eran Representantes Territoriales y el mío era Rodolfo Torre Cantú.
Aparte de que nos conocíamos desde mucho antes, hicimos una muy bonita amistad, familiar y todo y fue una tragedia. Yo creo que fue lo peor que pudo pasar en Tamaulipas porque vino la descomposición total de todo el estado.

-Rodolfo vino al cierre de campaña un día antes al estadio Tamaulipas. Muchos nos despertamos el lunes con la noticia de su asesinato ¿Usted se entera temprano, qué piensa en ese momento?

-No sabíamos ni qué pensar, no sabíamos qué hacer. Yo iba para Palacio cuando me habló el Gobernador y me preguntó dónde andaba, me dijo que llegando a la oficina le marcara porque había algo importante. Yo todavía no sabía y de repente al minuto empezaron a llegar mensajes que al parecer habían matado a Rodolfo. No había redes sociales, eran mensajes de Blackberry y cuando llegué a Palacio Municipal, el gobernador me dijo que desgraciadamente sí, se confirmó su muerte y la de otras personas.
Eso nos cambió la vida a todos.

EL CAMBIO PARA MAL
Inseguridad e incertidumbre golpearon a ciudadanos, autoridades y políticos, quienes debieron adoptar nuevas formas para cuidar su integridad.
“Hoy en día me puedes ver en la calle solo, sin chofer, como era antes y como cuando era Presidente Municipal y candidato no traía a nadie que me anduviera cuidando. Después de ese asesinato me tocó irme a Ciudad Victoria el día del crimen, estar allá en la ceremonia luctuosa y el jueves (3 días después), ya traer escoltas y camioneta blindada.
Hubo amenazas que al parecer nunca fueron de verdad porque estoy vivo gracias a Dios. Nunca sufrí ningún atentado, pero bueno, la amenaza ya sabes…no sabías quién te hablaba.

¿Lo amenazaban a usted?
-Sí, sí.

-¿Qué le decían?
-Pues que ahora seguíamos nosotros.

-¿Le dio miedo alguna vez?
-Pues sí, claro que te da miedo, pero pues yo tenía un compromiso de terminar con los tampiqueños.

-Eso fue en junio, pero usted terminó en diciembre.
-Le entregué a la maestra Magdalena Peraza el 31 de diciembre en el Centro de Convenciones, como debe de ser, con todos los honores y de ahí me salí y me fui de Tampico. Me fui a vivir a Estados Unidos porque tenía amenazas en aquel tiempo y no me sentía con seguridad.
“Ya después nos enteramos de una tontería, como le puedo decir yo”, rememora.

Por Tomás Briones
EXPRESO-LA RAZÓN

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