Columnas

Descontrol frente a lo desconocido

CARLOS PUIG

Desde el miércoles temprano estoy en Acapulco, en la convención anual de la Asociación de Bancos de México. Banqueros, inversionistas, financieros, funcionarios de Hacienda, Banco de México, banca de desarrollo. Decir que están preocupados no sería preciso, que lo están, pero es una preocupación que se combina con algo a lo que en ese sector no es común y corriente: falta de información. Hoy el mundo sabe algunas cosas sobre la epidemia, pero no sabe muchas otras. La misma Organización Mundial de la Salud cuando decidió nombrar pandemia al nuevo virus, parecía dar algunas notas de aliento combinadas con llamados a los países a tomar decisiones más severas. El mundo anda a trompicones. Nadie peor, por supuesto que el vecino del norte. El presidente Donald Trump dio un discurso ayer de 12 minutos que después de terminado tuvo que ser corregido en al menos tres cosas fundamentales por funcionarios de su gobierno: ni las suspensión de viajes desde Europa es exactamente como la anunció, ni se suspende el comercio con Europa ni hay acuerdo con las aseguradoras para que no se paguen coaseguros en los tratamientos de aquellos infectados. La exención de pago es solo para las pruebas. Muchos países, en ese grupo estamos, temerosos del momento económico que viven de desaceleración y la desaceleración mundial han preferido medir día con día qué medidas tomar que no pongan en calidad de enfermo grave a la economía. Otros han cerrado medio país. Sumemos a eso el momento que vivimos en términos de comunicación donde los grupos de WhatsApp se han llenado de pánico, de gente que ya conoce a alguien que está infectado pero no ha dicho, o de un gel que inventó la prima de un amigo que no vino a la fiesta pero que mata todo virus conocido y desconocido (y lo ofrecen al grupo por una módica cantidad). Por lo pronto, las autoridades hacendarias y monetarias de México van día a día, tratando de no tomar medidas que maten al enfermo antes de estar grave y siguiendo lo que dicen las autoridades nacionales de salud. Esa es un línea muy delgada. Es, diría el dicho en inglés, caminar en hielo muy delgado. En esas estamos. Porque sabemos menos de lo que creemos y no hay nada peor.

@puigcarlos

Fuente: Milenio

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