Columnas

Violencia institucional

CRISTINA GÓMEZ

El Centro de Investigación, Capacitación y Atención para el Desarrollo Social (Cicades), asociación civil que lucha por los derechos de mujeres y niñas, comparte el siguiente análisis: El gobierno de Tamaulipas tiene en su Plan Estatal de Desarrollo, como uno de sus ejes, la igualdad de género.

De él se derivan acciones como la instalación del Sistema para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en el Estado y de las Unidades de Género en las distintas instituciones públicas. Pero el sistema funciona más como un simulador institucional que para dictar la política pública en relación con la violencia hacia las mujeres.

Como programas para atender directamente a mujeres en situación de violencia están los institutos de la Mujer estatal y municipales en los que se brinda atención psicológica, jurídica y de trabajo social. El DIF tiene el programa Mujer con Valor y el de Atención a la Violencia contra las Mujeres en todos sus municipios y a nivel estatal.

Los servicios funcionan aunque tienen muchas fallas, faltan recursos y se carece casi totalmente de personal que comprenda la violencia desde el enfoque de género y no desde los prejuicios sociales que nos impregnan a todos. En el estado no se cuenta con refugios, únicamente el DIF de Nuevo Laredo tiene un albergue temporal al que pueden ir las mujeres en situación de violencia grave; pero no se les dan los servicios propios de un refugio para mujeres, solo pueden permanecer ahí por tres meses y no es un lugar confidencial.

En el estado tampoco está funcionando el Centro de Justicia para las Mujeres, dependiente de la FGR; aunque existe físicamente el único en Reynosa, no cuenta con personal suficiente ni capacitado. Tampoco existen agencias del Ministerio Público especializadas en violencia sexual y familiar. El personal que atiende en las distintas oficinas, no cuenta con especialización en la temática.

Las jurisdicciones sanitarias, pese a tener como mandato unidades de atención a la violencia familiar y sexual dentro de sus programas de salud sexual y reproductiva, únicamente cumplen Nuevo Laredo y Victoria. Es un vistazo a lo indispensable para dar a las mujeres ese apoyo que necesitan.

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