Columnas

2020 de Retos

A lo largo de este 2019 y en repetidas ocasiones, tuve la oportunidad de escuchar de viva voz la postura del gobierno del estado de Tamaulipas y la tirante relación que se tenía con la actual administración pública federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador. El tironeo, debido a una aparente inequidad en la distribución del recurso económico para ciertos programas, ha sido constante y evidenciado en varios contextos de la vida de nuestra entidad federativa.

Cabe hacer mención que, según declaró el mandatario tamaulipeco, en una de las reuniones celebradas con empresarios y miembros de la prensa en un conocido hotel ubicado en la Avenida Miguel Hidalgo de nuestra ciudad a mitad de este 2019, el gobierno que representa estaba dispuesto a absorber una buena cantidad de programas con presupuesto propio para que la población que pudiera verse afectada por los recortes no percibiera dicho descalabro.

No obstante, detalló que uno de los estados que más dinero ingresa a la federación es Tamaulipas, por lo que se esperaba una participación en dicho recurso con partidas acordes y directamente proporcionales a lo aportado por esta entidad federativa, cosa que al parecer no es así.

Por su parte, la visión que tiene el Presidente López Obrador, está amparada en la equidad de la distribución económica, para que los mexicanos avecindados en estados sureños que, por lo general, aportan una cantidad menor por diversas cuestiones sociales, económicas y geográficas, puedan verse beneficiados de igual manera que el resto de los pobladores de esta basta nación a través de los conceptos de “apoyos”, “becas” y demás preceptos asistenciales.

Ambas posturas, vistas con una razón un tanto imparcial, tienen mucho de razón, empero, el fiel de la balanza, lo darán las condiciones del mercado y las inversiones que se gestionen desde el interior del gobierno estatal para atraer lo que se pudiera considerar como “ingreso propio” para promover la estabilidad en esta región, a pesar de los embates que pudieran observarse en el contexto nacional.

Hoy, Tamaulipas le está apostando a la zona sur y, como tampiqueño, agradezco el impulso que le está dando, sin embargo, debo confesarle, gentil amigo lector, que observo con recelo y un poco de desconfianza, la cantidad de proyectos anunciados teniendo de cara a un 2020 que se antoja más que complejo de concretar por la situación económica que se avizora en este país, después de que el Inegi, hiciera oficial el estado de recesión en el que nos encontramos.

Con el anuncio del evento nacional ganadero que se llevará al cabo en la periferia de la Laguna del Carpintero en el 2020, se ha citado una inversión multimillonaria para lograr la construcción de un recinto especializado en ese tópico; si bien es cierto que Tampico, no se ha caracterizado en los últimos años por ser pródigo en la actividad pecuaria, no podemos negar que es un nodo estratégico para los criadores especializados que pudieran llegar de cada una de las seis huastecas, por lo que se espera una buena respuesta de ese sector productivo.

La pregunta es ¿No habrá otras obras que puedan ser consideradas como prioritarias para el bienestar de la población del sur?

Por otra parte, además del espacio para las exposiciones de bovinos, se habla del recinto ferial, de una modernización del parque bicentenario, la creación de la rueda de la fortuna y el desarrollo de un acuario que sirva para exhibir a las especies endémicas del golfo de México.

¿Verdad que, enlistado de esa manera, se antoja impresionante el tipo, magnitud y número de proyectos para Tampico? Y en ningún momento digo que está mal; solo reflexiono sobre el contexto económico de Tamaulipas en relación con la federación y los recursos provenientes de ella y, por otra parte, la vinculación que tenga el gobierno del estado con la iniciativa privada para promover la confianza en los inversionistas para que les apuesten a estas obras.

Curiosamente, uno de los detalles que es un “foco amarillo” y se menciona de manera insistente en el círculo de empresarios de la zona que le apuesta abiertamente al negocio de las franquicias, es el cierre de una sucursal en nuestra ciudad de la cadena de restaurantes de comida rápida más importante del mundo y cuya firma era garantía de éxito para quien le apuesta su dinero. En contrasentido, se menciona la confianza de dos empresas que llegaron a reforzar las cadenas establecidas en un conocido centro comercial.

Llama la atención la inauguración de rutas de transporte público que benefician a la población, la entrada de las plataformas digitales para la contratación de transporte particular a través de celulares y la implementación de parquímetros digitales, sin embargo, no se menciona nada sobre el reordenamiento de las rutas que llegan al centro de Tampico y los ahorcamientos que sufren las arterias que confluyen en el primer cuadro de la ciudad.

Considero, salvo su mejor opinión, que el desahogo de la zona centro debería ser una prioridad para la administración, así como otras cuestiones que son elementos permanentes para la prosperidad del municipio como la seguridad, la difusión de la cultura, el mejoramiento permanente de calles y banquetas, el alumbrado público del que no se han hecho mención de cara al año entrante.

Estoy seguro que la autoridad los tiene contemplados, no obstante, valdría la pena conocer la meta proyectada en cada uno de esos indicadores en un 2020 que ya se anuncia retador.

¡Hasta la próxima!

Escríbame a: licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!


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