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IMCO: compras de emergencia para atender pandemia carecen de planeación y transparencia

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) informó que del 1 de enero de 2020 al 28 de febrero de este año, el gobierno de México realizó compras de emergencia –para atender la contingencia sanitaria por la pandemia de covid-19– que carecieron de planeación, pronta respuesta, publicación oportuna y transparencia.

Al presentar el informe “Un año de compras de emergencia en México: seis propuestas para mejorar”, la directora del Instituto, Valeria Moy, comentó: “Vimos que pasó exactamente lo mismo en diciembre, cuando ya todo el mundo sabía que vendría otra ola. Se habla ya de una tercera ola derivada del relajamiento de las medidas de Semana Santa. ¿Nos estamos preparando para la tercera ola? Creo que hay muchas lecciones que aprender”,

Para este estudio, el IMCO revisó la plataforma Compranet y concluyó que el gobierno no ha desarrollado mecanismos especiales para monitorear las compras públicas en tiempos de emergencia, en las seis dependencias que autorizó para realizarlas: Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), y las secretarías de Marina, de la Defensa Nacional (Sedena) y de Salud.

Durante enero de 2020 y febrero de 2021, apuntó, la política de compras del gobierno federal siguió una lógica de reacción. No realizó compras de preparación y, ante un repunte previsible de casos en diciembre de 2020, “reaccionó tarde de nuevo”. Las dependencias comenzaron a adquirir los insumos una vez ocurridos los contagios.

Más de 4 mil millones de pesos gastados en compras para atender la emergencia no tienen ningún documento publicado y muestran casos de sobreprecio, donde se pagó más del doble por el mismo producto y la contratación de empresas ajenas al sector salud.

El gasto del Insabi es opaco y presenta falta de información, pues sólo identificó 10 contratos para atender el covid-19, lo que representa el 1% del monto total gastado por esta dependencia en 2020. Una de cada dos compras para atender la enfermedad fue publicada de manera tardía, entre uno y 327 días después de la fecha de inicio del contrato.

“Además de la calidad de la información y muchas veces la inexistencia de ésta, se detectaron empresas todólogas, es decir que prestan distinto tipo de bienes y servicios no relacionados entre sí y que proporcionaron insumos médicos a precios que generalmente estuvieron por encima del promedio”, según Fernanda Avendaño, investigadora del IMCO.

La información sobre las vacunas en México se encuentra clasificada como confidencial. En el país y el mundo, esa información, así como el plan de compra, el precio y las fechas de entrega, cuentan con acuerdos de confidencialidad entre el gobierno y los proveedores.

En el caso de la Sedena, se identificaron posibles casos de sobreprecio porque pagó 2.3 veces más por el mismo medicamento en contratos con un mes de diferencia.

“La Sedena compró medicamentos para atender la pandemia a una empresa dedicada a la venta de inmuebles.”

Al detectar las deficiencias e irregularidades en las compras de emergencia, si no son atendidas e identificadas, las compras públicas estarán comprometidas, indicó el IMCO, por lo que subrayó la necesidad de crear un protocolo de ejecución, seguimiento y control de esas compras de emergencia.

Y para lograr eso propuso: “Planeación de compras y capacidad de respuesta ante tiempos de emergencia. Identificador de compras de emergencia. Publicación oportuna y completa de los contratos. Convenios marco que permitan al gobierno coordinar las compras entre dependencias, establecer precios de referencia y elegir proveedores con capacidad de cumplimiento. Registro útil y confiable de proveedores de gobierno. Capacitación y coordinación, y experiencia entre las dependencias de gobierno para realizar compras públicas.”

Asimismo, detalló que la Secretaría de Salud registró 170 procesos de compra por 3 mil 423 millones de pesos, de los cuales 112 contratos están en “total opacidad”, porque no existe documentación para respaldar las compras. Incluso el IMCO hizo una solicitud de información y la dependencia respondió que no fue posible localizar la evidencia documental que coincidiera con su petición, por lo que declaró la información inexistente.

Pese a la existencia de registros de los procesos de compra en las bases de datos de Compranet, añadió, la Secretaría de Salud negó la existencia de las compras, que equivalen al 92% del total de las registradas con referencia al covid-19.

“Un año después del inicio de la pandemia, el gobierno federal no ha desarrollado mecanismos especiales para comprar en tiempos de emergencia, entendiendo que para atender una emergencia es necesario hacerlo de manera rápida, coordinada y eficiente”, comentó el coordinador de Anticorrupción en el IMCO, Pablo Montes.

“Así como se ha comentado mucho que la pandemia llegó a México con un sistema de salud deficiente, pues también llegó con un sistema de compras defectuoso y no ha habido esfuerzos para corregirlo. Esto ha ocasionado que las compras para atender la pandemia sean opacas, tardías y con irregularidades”, añadió.

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