Compran agua al doble de su precio al menudeo
Maki Ortiz autoriza el negocio.
Por Oscar Díaz Salazar
Afirma el dicho popular que «lo que no descubre el agua, lo descubre el tiempo», y para el caso de Reynosa, tanto el agua como el tiempo nos han demostrado que la presidencia municipal a cargo de Maki Esther Ortiz Domínguez ha sido sometida a un saqueo indiscriminado del dinero del pueblo.
El agua nos muestra la malversación de los recursos públicos municipales, nos prueba que la corrupción impera en un gobierno que se vendió como una mejor opción al PRI, porque los panistas se asumían moralmente superiores, y porque aún hay quienes creen que las mujeres no se corrompen, no le atoran a los bisnes, no se prestan a las transas, y hoy vemos que no es así.
El agua, literalmente el agua, el líquido esencial para la vida humana, la materia de la que estamos mayormente compuestos, la sustancia cuya fórmula química es H2O, el agua cristalina, inodora e incolora, nos muestra hoy los negocios ilícitos que están llenando los bolsillos de unos cuantos funcionarios municipales.
El agua; el agua embotellada en recipientes de 20 litros, -conocidos popularmente como garrafones-, el agua de la marca Blanquita que tanto gusta a los reynosenses.
Resulta que el agua de la marca Blanquita, en presentación de 20 litros ( garrafón), es adquirida por la administración municipal de Reynosa a dos precios:
Uno, que se obtiene directamente de la empresa que la procesa y embotella (Blanquita) a 22 pesos, tal y como se expende al menudeo y casa por casa, por los vendedores que recorren todos los rumbos de la ciudad. Es obvio que podrían negociar un mejor precio, en virtud del volumen que se adquiere.
El otro precio es el que estableció la comercializadora TASON S.A. de C.V., por el mismo producto: agua de la marca Blanquita en garrafón de 20 litros, y el mismo es de 42 pesos, es decir un sobreprecio de casi el cien por ciento.
Recurriendo al buscador de Google para indagar quién es el empresario que puede vender agua al gobierno de Reynosa con ganancia del cien por ciento, el buscador de Internet lo liga al C. Eduardo Camargo Félix, cuñado del ex presidente municipal priista Oscar Luebbert Gutiérrez.
La identidad del empresario debería estar disponible en el portal de transparencia del gobierno municipal, pues el padrón de proveedores es una de las informaciones que por ley debe ser exhibida sin necesidad de que alguien la solicite, pero la administración que preside Maki Ortiz es renuente a mostrarla.
A juzgar por las copias de las facturas y los expedientes a los que tuve acceso, se compran centenares de garrafones en cada mes, y tal vez la cifra supere el millar.
Suponiendo que toda el agua que se factura es realmente suministrada y consumida, el simple sobreprecio del cien por ciento es una merma considerable a las arcas del municipio.
Les comparto evidencia en fotocopia de las facturas y órdenes de compra de agua en garrafones de los dos proveedores ya citados.