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NEGRO ESCENARIO PARA LOS CANDIDATOS DEL PRI EN TAMAULIPAS

Salvo sus honrosísimas excepciones, como en el caso del candidato del PRI a la alcaldía de Reynosa, Serapio Cantú Barragán, los demás abanderados tricolores en Tamaulipas están batallando para lograr consensos y simpatías entre los ciudadanos, lo que no les va a garantizar buenos resultados en la elección del próximo primero de julio.

Vamos por partes. Una encuesta publicada hace algunos días por un medio tamaulipeco, da cuenta de que para el Senado de la República, si hoy fueran las elecciones, quienes llegarían a los escaños serían los candidatos de la Coalición Por México al Frente, Ismael García Cabeza de Vaca y María Elena Figueroa, como la fórmula ganadora y en segundo lugar estaría accesando a la cámara alta el candidato de la Coalición Juntos Haremos Historia, Américo Villarreal Anaya, mientras que los abanderados del tricolor se desfondaron y mucho en los últimos días.

Así es estimados lectores. Yahleel Abdalá Carmona y Alejandro Guevara Cobos, la fórmula priísta para el Senado por Tamaulipas se cayó del ánimo de los electores del estado. Y haiga sido como haiga sido, lo que es un hecho es que hoy la realidad electoral los pone contra la pared a ambos, y lo máximo a lo que podrán aspirar después del primero de julio es a regresar a cobrar sus dietas a la Cámara de Diputados de los meses de julio, agosto y septiembre y su bono “bonito” de marcha. Y después del primero de septiembre, ambos dos se tendrán que ir a su casa. Él a Ciudad Mante y ella regresará a Nuevo Laredo. Así el escenario. El tricolor en Tamaulipas luce al fondo de la tabla de posiciones político-electoral.

Asimismo, el promedio de las encuestas que han sido publicadas al día de hoy señalan que, por lo pronto, los tricolores estarían condenados a perder los municipios de Tampico, Matamoros y Ciudad Victoria, por señalar los más grandes de la entidad, paradójicamente todos en manos de las formulas panistas. Y el municipio que podría recuperar el tricolor es Reynosa, si la tendencia de Serapio Cantú se mantiene como hasta el día de hoy.

En lo que se refiere a los distritos federales electorales el escenario no se ve muy diferente, por lo menos en los distritos de la frontera de Tamaulipas. Por lo pronto, los distritos federales 2 y 9 con sede en Reynosa, están prácticamente perdidos para Benito Sáenz Barella y Gustavo Rico de Saro tienen un escenario francamente cuesta arriba, muy complicado, en donde me parece que el resultado electoral será negativo y, hasta ahí, quedarán sus aspiraciones políticas.

En Matamoros, también la reelección de Jesús de la Garza Díaz del Guante está cuesta arriba: un ayuntamiento endeudado hasta el cuello, proveedores del municipio francamente encabronados ante el incumplimiento de pago, pero más enfurecidos ante las premanentes mentiras de Chuchín, quien siempre tiene una promesa en la boca para atender a quienes lo que exigen es que se les paguen sus servicios.

Y en el caso muy concreto de Matamoros, lo que más ofende a los proveedores es que tuvieron conocimiento que el Ayuntamiento, presidido por Jesús de la Garza, haya recibido recursos extraordinarios y en lugar de cumplir con los compromisos contraídos con los negocios y empresarios matamorenses, se les ha visto a funcionarios luciendo gastos suntuosos, a su favor, claro.

Como ejemplo, se tiene en la mira al subtesorero matamorense de Chuchín, Marcelo Sierra Garza, quien sin mayores escrúpulos ha exhibido su riqueza y modo ostentoso de vida, al estrenar a principios de año un lujoso automóvil BMW 320 Serie i, Blindado, el cual tiene un valor de lista de 2.5 millones de peros, cuando el problema financiero del ayuntamiento ya era evidente y el encono de los empresarios ya estaba a flor de piel.

Y si así estaba la cosa, poner a Chuchín en la candidatura, fue tentar a Dios de paciencia, porque nadie en su sano juicio votará por él.

Así pues, la pobre votación que logrará el PRI en la elección del próximo primero de julio, reitero, salvo sus tres o cuatro honrosísimas excepciones, desfondarán electoralmente al PRI, consecuentemente, económicamente, porque no se debe de olvidar que las prerrogativas, los dineros, la bolsa que reparte el INE entre los partidos se entrega proporcionalmente a los votos obtenidos.

Así pues, en Tamaulipas, se ve negro el horizonte para el PRI. Alejandro Guevara Cobos, Yahleel Abdalá, Benito Sáenz Barella, Gustavo Rico de Saro, Chuchín de la Garza Díaz del Guante y Magdalena Peraza Guerra, por lo pronto, son quienes al día de hoy se ven mordiendo el polvo en el proceso electoral del próximo primero de julio. ¿Ellos colaboraron para esta crónica de una derrota anunciada? Podría ser. Ello habría que preguntárselo a ellos. Difícil, compleja elección para el tricolor en Tamaulipas. Ni como ayudarlos.

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