Estado
El Mante y las culpas mal repartidas
La violencia y la delincuencia es un fenómeno lesivo, dañino del actual siglo,
Hay un país de cabeza y el escenario es ad hoc para que las células del submundo sienten sus reales y se enseñoreen.
El gobierno de Enrique Peña Nieto nunca halló una solución al problema y en vez de abocarse a combatir el flagelo de la delincuencia, echó más leña al fuego.
Por desgracia su sexenio está por acabar y nada hizo para repeler la delincuencia.
Siguió sacando al ejército a las calles pero sin orden, sin estrategia.
Su guerra fue estéril y de eso dan cuenta 104 mil muertos en su sexenio.
Hoy ciudades enteras son rehenes de las fuerzas del mal..
El Mante se convirtió ayer de repente en noticia nacional, al publicarse la noticia que desde el 2 de mayo trascendió en redes sociales locales, donde se da cuenta de un vehículo de Leche Lala incendiado en calles de la ciudad. Y casi enseguida la publicación de fotografías donde se ve una hilera de camiones de Lala a orillas de una carretera, donde claramente se nota que están a punto de partir.
Los medios nacionales, particularmente El Norte y Reforma, retomaron el suceso y ayer la noticia estaba dándola El Mante.
El escenario creado por los medios informativos es apocalíptico, caótico, donde se dan pinceladas que invocan el fin del mundo.
Hay detrás de todo esto un sesgo raro, extraño, y la gente de pensamiento acomodaticio le da por repartir culpas a través de redes sociales.
Culpan al gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca como si el mandatario estuviera con manos atadas y sin quehacer. El gobernador está trabajando en eso, está luchando por devolver la paz y el progreso a los mantenses, nos dijeron ayer fuentes del gobierno.
Es muy fácil culpar y darle a la crítica un sesgo político, partidista, como queriendo llevar agua al molino propio, aprovechándose de la veda electoral y que el tiempo es eminentemente político.
Estamos a 35 días de las elecciones federales, municipales y presidenciales, y a cierta clase de personas en redes le da por culpar al mandatario estatal.
El tinte es básicamente político, como si quisieran que ese factor influyera en los resultados del 1 de julio.
Sin saber quizás que el reynosense se la pasa trabajando para evitar el crecimiento del flagelo a través de crear infraestructura deportiva que sirva de solución, evitando así el pandillerismo y la unión o alianza delincuencial de jóvenes.
El mandatario tamaulipeco goza de una gran buena fama en el país y hoy por hoy es considerado el segundo o primer mejor gobernador en cuestión de imagen, gracias a su atingente labor por combatir tres rubros, inseguridad, pobreza marginal y lucha por desintegrar las fuerzas oscuras que son el lastre que tiene al estado sumido en el miedo.
Pero no se olvide que hubo tres gobernadores corruptos como son Eugenio Hernández Flores, Egidio Torre Cantu y Tomás Yarrington, que sembraron la mala semilla gobernando al estado caóticamente.
El mandatario actual ha puesto el dedo en el renglón para combatir al submundo.
Y lo va logrando.
El Mante hoy es noticia nacional, pero ha trascendido que dejara de serlo pronto.