Por Oscar Díaz Salazar
Tal vez porque saben que no tienen la mínima posibilidad de ganar las elecciones, los panistas de Ciudad Victoria decidieron invitar a un «externo» para ser candidato a presidente municipal de la capital de Tamaulipas.
Los victorenses están muy molestos con el PAN, con el Partido Acción Nacional, pues fue a la llegada de ese partido al gobierno del estado que se quedaron sin empleo; sin compensación, los que lograron conservar un trabajo; sin automóvil oficial; sin la dotación semanal de gasolina; sin contratos de servicios; sin asignaciones de obra pública; sin becas «naranja», los júniors más afortunados; sin obra pública en el volumen que estaban acostumbrados; sin acaparar los beneficios de los programas de gobierno.
El malestar con los panistas «que ni son de aquí, ni saben trabajar», es genuino, válido y muy justificable. Sostengo que no hay manera amable de «correr» a una persona de su trabajo; que no hay modo de quitar el empleo, sin generar sentimientos negativos en el afectado.
Rencores y malestar surgen en forma natural entre los que pierden un privilegio o una ventaja, no importa si esta es legítima y legal o si se obtuvo de forma ilícita o indecente.
Por esa situación que viven y sufren muchos victorenses desplazados por los «botudos» de Reynosa y Mission Tx., y por algunos tampiqueños, es que resulta una misión imposible aspirar a un triunfo en las próximas elecciones para la presidencia municipal de Ciudad Victoria, para alguien postulado con las siglas del PAN.
Si al pésimo ambiente que en estos momento tienen los panistas en Victoria le agregamos que el actual presidente municipal del PRI, Oscar Almaraz Smer ha hecho un papel decoroso al frente del gobierno capitalino, apuntalado por fuertes inversiones gestionadas por los legisladores federales de su partido, es lógico y predecible augurar un triunfo que le permitan al PRI seguir al mando del Ayuntamiento victorense por los siguientes tres años.
Y aunque sea cierta la versión de que Almaraz Smer está disciplinado total y absolutamente a la voluntad de «palacio de gobierno», apuesto que gana las elecciones. Aún si se inscribe y se encierra en su casa por todo el tiempo de campaña, Oscar Almaraz gana. Gana un poco por su desempeño y un mucho por el descontento de los victorenses con los «vientos de cambio» que han sido vientos de perjuicio para los victorenses.
Y eso no lo digo yo…. Lo dicen los victorenses.
