CON ALEJANDRO GUEVARA LA TRAJEDI…
GASTÓN ESPINOSA GLZ.
PARA MANTE; NI CABALLERANGOS, NI DELINCUENTES: ALEJANDRO
Fue una mala señal.
Además de la ausencia de personajes relevantes dentro del PRI estatal, es evidente que la sorpresa sigue reflejada en el rostro de los priistas, tras el registro para el Senado del actual diputado federal, Alejandro Guevara Cobos.
Y es que los “jóvenes dinosaurios” siguen siendo objeto de cuestionamientos hacia el interior del partido. Gente como Paloma Guillén, Baltasar Hinojosa, Edgar Melhem, Esdras Romero, no estuvieron presentes, siendo que algunos de ellos son compañeros de bancada en San Lázaro. ¿Así o más clara las diferencias?
En el PRI estatal se daba por hecho que sería Edgar Melhem el postulado por la Senaduría al tratarse de un personaje con mucho trabajo a cuestas y que garantizaba el éxito del PRI en las urnas, pero con Alejandro la incertidumbre toma asiento. Ahora falta ver si gente como Melhem y Baltasar apoyan a su compañero de partido, Alejandro Guevara, a sabiendas que él se hizo a un lado en las pasadas elecciones.
Es claro que alguien le vendió la idea a José Antonio Meade de que Alejandro Guevara Cobos era el cuadro mejor posicionado dentro del partido; lo engañaron, porque Alejandro sólo le resta credibilidad a la ya de por si alicaída precampaña de Pepe Meade, quien sigue cayendo estrepitosamente, aunque quizá una eventual tragedia priista no preocupa mucho a Guevara pues ya sabemos que Alejandro siempre saca raja de las tragedias de su partido, y que estaría compitiendo al Senado también por minoría relativa.
Y no es cosa pequeña la sacudida que se da en el PRI ya que Alejandro y Yahleel dejan en el camino a una dupla con grandes relaciones en Los Pinos como lo son; Baltasar Hinojosa Ochoa y Paloma Guillén. Entre los cuatro hay muchas cuentas pendientes por cobrar. Lo que le viene al PRI es un camino plagado de enconos y traiciones. No es fácil el camino que tiene que seguir el PRI para las elecciones del 2018 y aquí en Tamaulipas el asunto es harto complicado si le sumamos a ello la carencia de recursos y la ausencia de liderazgos.
Hay que destacar el hecho de que Alejandro deja sus planes de ser alcalde de El Mante pero deja activada una alarma. Las declaraciones hechas en la capital del estado a los medios de comunicación es una advertencia clara de lo que puede venir para la ciudad. Algo sabe el legislador, debió ser tajante con su recomendación cuando se refirió a su ciudad: “…Y ahora con esta inseguridad desborda no podemos arriesgarnos a tener caballerangos de alcaldes y mucho menos delincuentes; tenemos que buscar gente que sea de experiencia y capacidad…”. Algo debe saber, algo debió escuchar, pero por lo pronto Alejandro
se despide de sus pretensiones por ser alcalde dejando esa clara advertencia. Por algo será.
SE VA BECERRA
Alfredo García Becerra se convierte en el segundo jefe de prensa del ayuntamiento mantense que renuncia al cargo.
Hasta ahora no se vislumbra quién sea el próximo titular de Comunicación Social y Prensa.
LEAL GUERRA Y JUAN CHARRASQUEADO
En el PAN las cosas siguen muy inciertas y andan jugando con los sentimientos de varios de sus cuadros. Nadie entiende por qué gente con mucho trabajo de años ha sido ignorada por el partido; tampoco se explican el hecho de que teniendo a un alcalde trabajador, conciliador y eficaz como lo es Juan Francisco Leal Guerra, le hayan apostado a la duda que representa la presencia de Eloy Martínez. ¿A qué juega el PAN? ¿Traen ganas de entregar El Mante? ¿Pago de facturas?
Leal como candidato representaba continuidad en el trabajo porque los números no mienten cuando se habla de un apoyo histórico a la educación, salud y vivienda. Nadie en el devenir político de nuestra ciudad se había preocupado tanto como ahora lo hace Leal Guerra, aunado a que su imagen se mantiene incólume, manteniendo un alto porcentaje de aceptación y confianza, echando abajo años de dudas, escándalos y corrupción. Hoy El Mante goza de cabal salud, pero lejos de valorar la eficacia el Partido Acción Nacional le apuesta a la trama novelera, a un moderno Juan Charrasqueado que no garantiza el triunfo en las urnas.
PD: Lo Malo: Por cierto, Eloy Martínez, aspirante panista a la presidencia municipal de El Mante, reclamó airadamente y en público las críticas que se han ventilado sobre sus aspiraciones políticas. Le dijo al periodista en su cara hasta lo que no.
Lo peor: Los reclamos se los hizo al periodista Ramón Escalante pensando que se las decía a un servidor. Nos confundió. Moraleja; si Eloy va a reclamar, que al menos se cerciore que es la persona indicada. Ni para eso sirve su equipo de prensa.