EL PODER DE LA FIRMA EN LAS CANDIDATURAS INDEPENDIENTES
Maremágmun
Mario Vargas Suárez
El poder de la firma
Hace ya bastante tiempo un emporio banquero en el país, tenía como frase de impacto publicitario aquello de “Con el poder de tu firma”. Daba a entender a quienes poseían una de sus tarjetas de crédito, que con solo firmar… podían tener lo que desearan. Aunque lo que nunca dijeron es que se tendría que pagar y con altísimos intereses.
El negocio de los bancos siempre ha sido mover el dinero de otros con la finalidad de ganar… pero en un solo sentido: los bancos. Mientras que los cuenta habientes tendremos que pagarles el crédito que -en la mayoría de los casos- utilizamos torpemente.
La firma o rúbrica, también conocida como firma manuscrita o firma ológrafa, es una escritura que representa el nombre y apellido que una persona escribe de su propia mano, y tiene fines de identificación jurídica, representativa.
Por tanto la finalidad de la firma o rúbrica es identificar, asegurar o autentificar la identidad de un autor o remitente, o como consentimiento y verificación de la integridad y aprobación de un documento y que tiene carácter legal.
Desde esta perspectiva, en esta última semana, más de 86 mexicanos (7 mujeres y 79 hombres) se han inscrito en el Instituto Nacional Electoral (INE) como aspirantes a la candidatura independiente a la Presidencia de México.
La actual ley electoral en México establece que los aspirantes a candidatos independientes a la Presidencia de la República requieren el 1 % del censo electoral, es decir, 866 mil 593 firmas o rúbricas de ciudadanos con credencial del INE de por lo menos 17 entidades federativas.
El mismo Instituto Electoral estableció que quienes aspiren a una candidatura presidencial independiente, tienen de plazo hasta el 12 de febrero de 2018 para recabar las firmas, lo que se traducirá como el apoyo ciudadano para el registro.
Quienes aspiren a legisladores independientes -diputados o senadores-, de mayoría relativa, deberán reunir, al menos, las firmas equivalentes al 2% de la Lista Nominal de Electores correspondiente a la entidad federativa o al distrito electoral que corresponda.
El INE, con la idea de igualdad a todos los aspirantes independientes por algún cargo de elección popular, desarrolló una APP, además de su portal web, lo que facilitará la recolección de firmas en marco del Proceso Electoral Federal y Local 2017-2018.
En la utilización de la aplicación móvil, el uso del portal web y de la plataforma de gestión, se podrán captar, registrar y validar apoyos ciudadanos, pues se pretende el uso de herramientas amigables que garanticen la participación ciudadana.
Partiendo de esa base, se pretende sea compatible con teléfonos Smartphone de gama media y alta, así como con tabletas que funcionen con los sistemas operativos iOS 8.0 y Android 5.0 en adelante.
El poder de la firma está en marcha en el proceso electoral hacia la renovación de dos de los tres poderes en México: el Legislativo con sus diputados y senadores y el Ejecutivo, residente sexenal de Los Pinos.
Dice el INE que este procedimiento utilizando las nuevas tecnologías, simplifica y optimiza la utilización de los recursos en la captación y validación, evitando el uso, manejo, traslado, revisión y verificación de la documentación fuente, la captura de la información, lo que permitirá reducir errores de captura y la pérdida de documentos con los costos asociados.
Jorge Castro, en su portal de internet, publicó una verdad irrebatible: la firma electoral ahora vale oro para los candidatos independientes en la próxima contienda.
La misma fuente asegura que como prerregistro de candidatos independientes, la inscripción se elevó a 200 ciudadanos que competirán por los cargos de presidente de la República, senadores y diputados federales. De los 86 inscritos para presidente, solo 40 aspirantes fueron aprobados para buscar gobernar el país.
A partir del lunes pasado, los aspirantes a candidatos tienen 120 días para recabar las firmas de apoyo ciudadano, en el caso de la Presidencia; de 90 días si buscan un lugar en el Senado y 60 para quien quiere una curul en San Lázaro.
¿Y en Tamaulipas?
Esa, dijo la abuela, “¡Esa… es otra historia!”