Por: Mauricio Fernández Díaz.
El panorama encontrado por el betico Valdez a su llegada al MT daba a pensar que el nombramiento otorgado por el PRI poniéndolo al frente del Movimiento Territorial en el Estado, más que un reconocimiento a su militancia priista de muchos años, era una estrategia para sacarlo de su natal Reynosa, contenerlo y detenerlo en sus aspiraciones y proyectos políticos.
La resistencia fue mucha y aún continúa lidiando con varios enemigos encubiertos.
Si bien la capacidad política del ex alcalde reynosenses, ex diputado local, ex sub secretario de Sedesol Estatal y muchos otros ex esta fuera de duda, para enfrentar y sacar el reto que representa reestructurar a fondo un organismo como el MT se necesita no sólo ser buen político, sino el total apoyo tanto del PRI como de quien manda en Tamaulipas.
En su toma de protesta Valdez Richaud, en parte de su discurso, fue bastante preciso al definir lo que sabía le esperaba:” el Movimiento Territorial tiene su origen y destino en el aliento, la fuerza y la destreza que permitirán establecer una alianza del partido con el pueblo.”
Lectura obligada del reto: una dirigencia fuerte y diestra, que restableciera, vía MT, la confianza extraviada del pueblo hacia el partido.
Para lograrlo, Estableció cuatro compromisos ante los asistentes; mantener la cohesión de la organización, incrementar la militancia emetista, defender a la organización y al PRI y cumplir con las responsabilidades que el PRI le demande.
“Señor Gobernador, los emetistas no nos rajamos, le entramos con usted”, dijo Valdez Richaud al Gobernador del Estado.
El primero -mantener la cohesión de la organización- era punto obligado dada la rebeldía mostrada por algunos cuadros emetistas, tolerada e impulsada por el ex dirigente Heriberto Ruiz Tijerina, quien desde un principio demostró su enfado y molestia ante la decisión de su partido para revitalizar al MT removiéndolo de la dirigencia.
Muchos vieron como un peligro para sus intereses el cambio de mando, se aferraron a no reconocerlo y botaron la institucionalidad al caño. Algunos incluso, fueron más allá al manifestar públicamente su desacuerdo, tratando de boicotear el trabajo del nuevo Secretario General.
Esteban Ruiz Lozoya y la colorina fueron dos de ellos. No los únicos, pero si los más visibles.
Otros realizaron el trabajo sucio, subterráneo de boicot; fueron brotes iniciales de rebeldía, traición al recién llegado como muestra de lealtad al que se iba.
El colmillo político del betico se impuso. Quienes antes renegaban de el, hoy lo alaban, se dicen sus incondicionales y vituperan el nombre de su ex jefe político.
Los cambios en mandos municipales eran imprescindibles, por múltiples razones.
Y así se han venido haciendo. Betico ha sabido cambiar tuercas en los municipios en los cuales se percibía olor a traición, a desconfianza y ha dejado aquellos dirigentes que sujetan las bases de MT.
Claro que esta labor no ha terminado. Aún quedan por ahi varios traidorzuelos adictos a la mentira, la hipocresía y deslealtad que siguen obedeciendo, encubiertamente, a voces del pasado.
Valdez Richaud es demasiado colmilludo y sabe muy bien de tiempos, de circunstancias y reglas no escritas. Cuando sea oportuno tomar una decisión lo hará sin que le tiemble la mano, máxime si con eso evita riesgos latentes a su proyecto político.
Los otros compromisos – incrementar la militancia emetista, defender a la organización y al PRI y cumplir con las responsabilidades que el PRI le demande- van implícitas en la primera.
Sin un buen equipo que responda con lealtad, esfuerzo, trabajo y sobre todo institucionalidad, los retos planteados, los compromisos asumidos pueden quedar en sólo buenos deseos.
Aún están pendientes cambios en varios municipios y, terminados, viene la decisión más fuerte. Conformar el nuevo comité estatal con personajes idóneos, con perfil triunfador y mucha lealtad institucional.
Equivocarse al elegir, hacer caso de recomendaciones o ceder a presiones sería catastrófico. En el MT existen líderes naturales que han demostrado su trabajo durante décadas y no han sido tomados en cuenta para cargos de importancia.
Es hora de reconocer estos esfuerzos, esta entrega a la causa. No hacerlo concitaría incubar descontento, apatía, cuando lo que más se requiere hoy es energía y voluntad de trabajo.
Valdez Richaud sabe que el reto a vencer esta en el 2015 y hacia allá enfoca sus energías con un liderazgo itinerante, haciendo alianzas fuertes como la lograda en Altamira -bastión de Emilio Ruiz Lozoya- en donde la designación de Esteban de la Portilla, hijo de Genaro, fue un tiro de precisión que aglutino a los grupos de poder en torno al proyecto emetista y por ende, fortaleció al PRI municipal y estatal.
Lo mismo se puede decir de la ratificación de Jesús Silva en Tampico, o del médico Charles en Victoria.
Todo lo realizado- y más que queda por decir- ha sido efectuado sin más recursos económicos que los obtenidos por el betico de amigos y simpatizantes.
El apoyo económico del PRI estatal, que está por llegar, sin duda vendrá a ser un catalizador que ayudara a cumplir, con mayor velocidad, los compromisos realizados al gobernador, al PRI y a los emetistas por parte del ingeniero Valdez Richaud.
Así,mal pregunta que titula este escrito ¿que hace el betico en el MT? Se responde con una respuesta corta, sencilla pero que entraña una enorme responsabilidad :Ayudar al PRI, a sus candidatos, a ganar las elecciones en el 2015 ; así de sencillo, así de complicado.
