Un día después
Por lo menos en el territorio nacional y el tamaulipeco no puede ser la excepción, en la mayoría de las familias se hizo la celebración de El Día de las Madres, ya con regalos modestos o de lujo, aunque también con simples cartas con pensamientos poéticos, fotos y hasta ‘memes’.
Un detalle que llamó la atención es la comunicación interna entre los miembros de la comunidad educativa que dirige el matamorense, Dr. Héctor Escobar Salazar, cuando autorizan libre El Día de las Madres para las trabajadoras de los edificios administrativos, pero no así para las maestras de las escuelas, o por lo menos eso argumentaron los directores.
En la mayoría de las escuelas de la educación básica, las maestras-madres de Tamaulipas trabajaron la jornada normal -matutina, vespertina y las de tiempo completo- incluso algunas escuelas de educación superior.
Los festivales escolares parecieron escasos en las escuelas ayer.
Aunque le aseguro que no fueron anulados del calendario de festividades sociales porque hoy jueves y el viernes seguirán los bailables, poemas, tablas, rifas y fiesta para las mamás.
Ayer fue especial al grado que en Tamaulipas nos olvidamos -aun momentáneamente- de la inseguridad, de los políticos caídos en delincuentes, de autoridades que no cumplen con su función y hasta de malos hijos, porque la figura maternal finalmente perdona y ama a sus descendientes.
Ayer hubo caricaturas, historietas, películas de ayer y de ahora en revistas, radio, televisión y en la supercarretera de la información, internet, que señalan pasajes de las mamás de todos los tiempos, pero que al fin y al cabo madres, todo lo saben, todo lo perciben, todo lo intuyen.
La celebración fue nacional y puedo asegurarle que los más beneficiados fueron los comercios de toda clase de giros, desde las rosas en las esquinas hasta los electrodomésticos para ayudar en las labores diarias del hogar.
La industria textil de marca libre y registrada, también y desde luego los ‘clones’ de marcas de prestigio, así como el ramo de la joyería tanto de fantasía como de la joyería fina y las pieles para bolsas.
La industria restaurantera también ‘hizo su agosto’ porque en las principales ciudades los restaurantes más modestos y los de postín, recibieron familiar desde la hora del almuerzo hasta la comida y la cena estuvieron abarrotados.
Desde luego que muchos esposos y algunos hijos que gustan de las ‘bebidas espirituales’ en algunos casos se pasaron de la medida estándar y buenas borracheras se pusieron en honor a la madre.
No faltaron las madres que con tal y ver a sus hijos reunidos y contentos, como casi siempre soportaron hacer comida para todos, incluyendo hijos naturales, hijos políticos, nietos y hasta algunos amigos y vecinos.
Por si fuera poco, la casa de la festejada quedó “patas pa’ riba” porque ni los consuegros y menos los hijos, ‘se acomidieron a levantar un popote’, no fueron capaces de auxiliar por lo menos en el aseo de la casa que les albergó este 10 de mayo.
Finalmente le comento que esta clase social no solo tamaulipeca, sino nacional dejó los negocios dedicados a la venta de bebidas y alimentos con números rojos, pues aunque es aventurado hablar de ganancias, le puedo asegurar que serán muy significativas, porque el 10 de mayo, las Madres de festejaron grandes.