Por Oscar Díaz Salazar
El mismo origen que la anterior Secretaria de Desarrollo Económico del gobierno del estado, Mónica González, tiene el actual titular de la dependencia, Carlos W. Talancón, solo que la funcionaria de Egidio Torre venía de representar a la Asociación Nacional de la Industria Maquiladora, y al actual solo le alcanzó para ser Gerente de Recursos Humanos de una planta en Reynosa.
De Talancón me refieren que es bueno «pa los bisnes» y que tan pronto como era contratado en una maquila, le llamaba a toda su «runfla», a toda su camarilla y de inmediato reasignaba los contratos de transporte, seguridad, fotocopiado, concesión del comedor, transporte de personal, servicios de mantenimiento, servicios legales, agencia aduanal, proveedores, etc.
Amigos mutuos, de Talancón y míos, (los amigos de lo ajeno, son solo suyos) me dicen que ese talento para los negocios, -donde se supone que no debería hacer negocios- le permiten ahora llevar un costoso nivel de vida, tener una posición económica desahogada y vivir con abundancia. El golf ocupaba una parte importante de su tiempo en los meses (y años) previos a su ingreso al servicio público, en un debut que lo ubicó en lo más alto de la burocracia estatal.
La industria maquiladora funciona a pesar de los gobiernos; existe, se desarrolla, crece y se multiplica con el gobierno, sin el gobierno y a pesar del gobierno, y por eso me parece mala idea seguir confiando el desarrollo económico de Tamaulipas a un personaje que le sabe a la maquila, solo a la maquila, y desde la muy limitada óptica del que hace negocios desde adentro.
El actual gobierno, no enfoca su esfuerzo y su estrategia en otros modelos de desarrollo económico, prefirieron buscar «más de lo mismo», y eso si, somos generosos, pues tal parece que vamos por menos de lo mismo.
Es hasta iluso de mi parte pensar que pueden trabajar o siquiera pensar en un modelo alternativo a la maquila, en opciones menos dependientes del extranjero, en rutas más nacionalistas y autosuficientes, en agregar valor a lo que nuestra tierra produce o nuestro subsuelo atesora.
Pues bien el señor Talancón, de Reynosa para molestia de los victorenses y vergüenza de nosotros los reynosenses, ya tiene una tacha grande en la primer tarea que le fue asignada, en el encargo que le hicieron desde antes de tomar posesión del cargo, y que fue organizar el traslado de la Secretaría de Desarrollo Económico a Reynosa, esto como parte de la estrategia (fallida hasta la fecha) de descentralizar el gobierno estatal.
El Talancón lo que ha hecho en estos seis meses de ser Secretario, es turismo burocrático, es pasearse por varias ciudades norteamericanas, por China y un poco por las ciudades de Tamaulipas, con el viejo pretexto de buscar inversiones.
La inercia de los paseos en busca de inversiones va a continuar en el actual gobierno, todo indica que así será. Y la única acción que podría ser tangible, visible en el corto plazo, como es el traslado de la dependencia a Reynosa, no se ve para cuando pueda hacerse realidad.
Veremos cuánto tiempo se sostiene en el cargo el reynosense Carlos, un sujeto que es un «equis» como servidor público, un doble u (w) por su segundo nombre, que no acostumbra utilizar, un Talancón por su apellido y un «talegón» por su falta de resultados.
