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Ciudadanos de Reynosa desmienten cifras maquilladas del alcalde

Fuentes fidedignas. Por: Isaias Alvarez

Como dos gotas de agua, así de parecidas son las historias de Carlos Peña y Francisco García Cabeza de Vaca. No por algo compartieron el poder que les dió Acción Nacional. Más que convencer, les gusta someter, por eso gastan más dinero que cualquiera en imagen, creyendo que sus campañas corrigen la falta de resultados. Hoy, nadie le cree al exgobernador su papel de víctima. Igualmente, nadie le cree a Carlos Peña sus informes de “obras”.

Recientemente, el alcalde de Reynosa, con apoyo de su mamá, la política Maki Ortiz, comenzó a publicar datos sobre las obras en proceso de la actual administración. Con ella como caja de resonancia, buscaban llegar a más seguidores para poder influir en la percepción de la gente. Pero el experimento falló, como sucede siempre cuando se descubre el engaño.

Según la familia Peña Ortiz, el alcalde ha emprendido un mega programa de bacheo para reconstruir 100 calles. Luego, Maki Ortiz dijo que eran 200; poco después mencionaron nuevamente la meta de 100 vialidades en restauración. En vez de agradecerle, los usuarios le reclamaron que desconoce las necesidades de la ciudad por vivir en Mission, Texas.

Por ejemplo, sigue la fuga de aguas negras en la colonia Campestre, detrás del Hospital Materno Infantil; la escasez del vital líquido en las zonas norte y poniente, incluso las fallas en el servicio de recolección, lo que provoca basura amontonada en la vía pública y focos de infección.

“Por favor, Maki, no venga con eso; dígale a su hijo (el alcalde) que arregle todo el desorden que hay en la ciudad, ¿para cuándo?”, escribió el usuario Enrique Segura. “¿Cuándo empezará trabajar? ¿Dónde está la transformación de la 4T? Esto es ridículo, solo se está quedando con el dinero. Más rata que Francisco Cabeza de Vaca”.

La baja aprobación de Carlos Peña y su pésima imagen pública (con un proceso judicial y una orden de detención pendientes) son reales y arriesgan su posibilidad de reelección. Desesperada, Maki Ortiz ha salido en persona a defender a su retoño del rechazo popular, confiando en la gente que aún está agradecida con ella cuando gobernaba el municipio. Pero nada es lo mismo, y ya ni ella puede tapar el sol con un dedo.

“Seamos sinceros, no ha hecho nada su hijo”, escribe Alejandra Hernández en el Facebook de Maki, “usted es su madre y obvio le echará porras, pero (él) no ha hecho nada por la ciudad”. Podríamos llenar cientos de páginas con comentarios de este tipo, pero es innecesario. Todo mundo sabe que el alcalde está reprobado, especialmente su familia.

Ahora, en un intento desesperado por salvar la situación, el municipio ha publicado testimonios de personas agradecidas con Carlos Peña por las obras entregadas. Quieren ver si de ese modo mejoran la percepción ciudadana. Sin embargo, utilizan solamente un testimonio por publicación, y aún estas escasean. Han batallado para encontrar personas reales que hablen bien del alcalde. Y eso que Reynosa es la ciudad más grande del estado.

Decíamos que Carlos Peña y Cabeza de Vaca son como almas gemelas en la política estatal por su incapacidad para llegar a la gente. Pero el parecido es mayor, ya que también sus destinos están manchados con imputaciones de corrupción y enriquecimiento ilícito.

Por eso los dos han pasado a una etapa frenética de lavado de imagen, pero fallan en persuadir. Esto puede corroborarse en sus campañas de redes sociales.

Los opositores, incluso, han llevado al alcalde de Reynosa al terreno que les conviene: el de la acusación por operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Carlos Peña cayó en la trampa: presionado por la reactivación de la orden de captura en su contra, ha publicado un mensaje para desvirtuar la validez de las acciones judiciales hacia él. Ciertamente, los reynosenses quieren saber si realmente delinquió y violó la ley como cualquier criminal o si es inocente. Por desgracia, su respuesta refleja más su inseguridad que su tranquilidad de conciencia.

Llaman la atención algunos puntos, como este: “Es falso que exista una orden de aprehensión que pueda ejecutarse”. Para las personas poco enteradas de asuntos legales, esto suena a que no existe nada en su contra, pero existe, pues se refiere a que no podría cumplirse por el fuero que tiene. Pero la orden es real.

En su mensaje, ha sorprendido otro señalamiento: “Las falsas acusaciones de la Fiscalía están pisoteando mis derechos fundamentales y afectando la fiabilidad del proceso”. Dudamos que sean falsas porque, en tal caso, tendría el alcalde elementos para demandar al fiscal, ya que la fabricación de pruebas en sí mismo es un delito.

A decir verdad, Carlos Peña tiene más la apariencia de culpable que de inocente después de su titubeante mensaje.

Mientras sigue en picada la popularidad del alcalde, Morena ya echó a andar la promoción de otras figuras, como diputados locales y funcionarios estatales, para ocupar la candidatura municipal. Es lo correcto, pues en política las personas son sustituibles y están de paso; lo único que importan son los proyectos.

Terquear en permitirle la reelección, o más el bien el intento de buscarla, pone al PRI o al PAN en la posibilidad de recuperar Reynosa. Abundan morenistas inconformes que han manifestado su interés en apoyarlos. Sobre todo, abundan ciudadanos que están cansados de los Makitos y su falta de resultados.

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