DIPUTADOS LOCALES DE TAMAULIPAS SON AHORA ENEMIGOS PÚBLICOS DE LOS TAMAULIPECOS
Desde Nuevo Laredo: La Columna Política de Carlos Domínguez
FERNANDO TORRES VILLARREAL, EMBUSTERO, SINVERGÜENZA, Y LAMBEBOTAS DE CARLOS CANTÚ VILLARREAL EN NUEVO LAREDO
Aunque falta ver que se haga realidad, no deja de llamar la atención que los inútiles integrantes del Congreso de Tamaulipas hayan aprobado penalizar el uso de las redes sociales cuando se alerte sobre balaceras en la vía pública o se denuncie a políticos corruptos.
Curándose en salud, los diputados locales modificaron algunos artículos del Código Penal de Tamaulipas, estableciendo que quien difunda actividades delictivas o policiacas en las redes sociales puede hacerse acreedor a entre dos y cinco años de prisión, más una multa económica de hasta 300 salarios mínimos.
Actuando descaradamente a favor de la delincuencia organizada y desorganizada que se sufre en la entidad, los miembros del Poder Legislativo de Tamaulipas se protegen a sí mismos, al aprobar que las anteriores penalidades se incrementarán en un tercio contra quien difunda o publique actividades criticando a las instituciones de seguridad y funcionarios públicos.
Las anteriores y otras modificaciones fueron aprobados por el Congreso de Tamaulipas el pasado 29 de marzo, dejando en claro que el Poder Legislativo del Estado es protector de la delincuencia y la corrupción institucional.
Sólo falta que dichas modificaciones no sean vetadas por el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca y que se publiquen en el Periódico Oficial del Estado de Tamaulipas, para que entren en vigor.
FERNANDO TORRES VILLARREAL, EMBUSTERO, SINVERGÜENZA, Y LAMBEBOTAS DE CARLOS CANTÚ VILLARREAL EN NUEVO LAREDO
El personaje más repudiado por el comercio organizado de Nuevo Laredo es, sin duda alguna, el señor Fernando Torres Villarreal, un auténtico embustero que desde su silla del cabildo no deja de alabar a Carlos Cantú Villarreal, alías Carlos Canturosas, el presidente municipal más ladrón que ha padecido esta ciudad desde su fundación hace 168 años.
Ciertamente, Fernando Torres llegó al cabildo por imposición de Carlos Cantú, entre otras atrocidades impuestas al actual Ayuntamiento de Nuevo Laredo.
Durante los tres años de la corrompida administración presidida por Carlos Cantú, al señor Fernando Torres se le atribuyen incontables despojos inmobiliarios, propiciados por el Departamento de Catastro que estuvo en manos de uno de sus hijos.
Ese latrocinio favorable en primer lugar al exalcalde, le valió su llegada al cabildo, para desgracia de la ciudadanía.
Sin embargo su peor aportación a Nuevo Laredo se observa actualmente en la destrucción de la Cámara de Comercio (CANACO), organismo al que convirtió en un vergonzoso elefante blanco tras las corrompidas elecciones del 2016.
La desaparición de la CANACO en esta frontera se evidenció hace 10 días, al celebrarse una jornada electoral en la que participaron 40 presuntos afiliados, de los dos mil que tiene inscritos.
Otro de los desagradables recuerdos aportados por Fernando Torres a la historia de Nuevo Laredo, es su gestión de dos años en la presidencia de la Feria Expomex, cuyo desempeño lo exhibió como un títere corrompido que culminó con el peor de los ridículos.
Cada vez que este personaje abre la boca en público, lo hace para alabar a su patrón Carlos Cantú, mientras que su actividad al interior del cabildo es de permanente sabotaje al gobierno municipal en funciones, en alianza con otros regidores serviles al exalcalde.
Y en calidad de colofón, se puede señalar que Fernando Torres Villarreal formó parte del equipo panista que de julio del 2014 a octubre del 2016 se dedicó a denigrar la imagen personal del entonces senador Francisco García Cabeza de Vaca, ahora gobernador constitucional de Tamaulipas.
En sus ataques contra la persona y familia del mandatario tamaulipeco, Fernando Torres hizo grupo con el agente aduanal Rafael Pedraza y el siniestro Marco Antonio Martínez García, con la ilusión de que Carlos Cantú resultará postulado candidato al gobierno estatal.
Al fallar en su cometido de convertir a Carlos Cantú en candidato, Fernando Torres y su equipo político se sumaron a la campaña del priista Baltazar Hinojosa Ochoa, sosteniendo sus ataques mediáticos en todo el estado de Tamaulipas contra Cabeza de Vaca, con el objetivo de hacerle perder las elecciones del pasado 5 de junio.
Aunque Fernando Torres y sus aliados fallaron en todo, resultaron recompensados por Carlos Cantú imponiéndolos en el actual gobierno municipal, en donde sirven como estorbos al cabildo y al servicio público en pleno. ¿O no?
Por hoy es todo, pero mañana estaremos nuevamente en estos espacios de las redes sociales, Dios mediante.
CDR.
Periodismo Independiente.