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Peña Nieto el agachón

Escenario político
Por Marco Antonio Torres de León

Para el CEN del PRI volver a conquistar la presidencia de la República es poco menos que imposible.
En este año 2017 habrá elecciones en el Estado de México, Coahuila y en una tercera entidad, Nayarit.

Pero ningún paisaje más oscuro para el PRI hay que el que se vive ahora, con Enrique Peña Nieto como presidente, ante el acoso constante de Donald Trump quien exige en la medida que sus interlocutores le hagan caso y tiemblen frente a el.

Pero es tan patético el genio de Enrique Peña Nieto que -cuentan las crónicas periodisticas-, tuvo que chutarse una hora completa de charla con Trump, la mayoría del tiempo soportando andanadas de amenazas e insultos; y a cada alzamiento de voz del presidente de Estados Unidos, el mexiquense agachaba la cabeza.

Indigno acto de un mandatario que se preciaba de ser ‘El Salvador de Mexico’.

Sus grandes yerros como gobernante lo han puesto en evidencia, nunca supo dirigir a la nación.

Ahora mismo agradece que el efecto TRUMP rebase en la prensa mexicana lo que de el se piensa, y su nivel tan bajo de aceptación y popularidad. Apenas un 12 por ciento según encuestas de Reforma publicadas hace 2 semanas.

Ganar el estado de México es para el PRI casi casi un acto de heroísmo puro.
Mayormente porque al PRI se le han ido personajes (ex diputados federales) aceptando candidaturas a gobernador por el partido Movimiento Ciudadano.

Repetimos, el escenario priista mexiquense es patético.

Y en la palestra nacional, tantito peor.

Sobre todo si tomamos en cuenta que ya Peña Nieto pactó en lo oscurito con el PAN (Ricardo Anaya), como lo divulgó a gobernadores el propio líder nacional del blanquiazul, según información del columnista autor de Serpientes y Escaleras.

Según la revelación el pacto es dejar a Josefina Vázquez Mota ganar la gubernatura del Estado de México para equilibrar un tanto el poder alcanzado por Morena cuyo líder Andrés Manuel López Obrador es el indiscutible puntero por la presidencia de la República.

Josefina Vázquez gobernaría el Edomex. Con ese triunfo panista se sellaria el pacto PRIAN para coludidos vergonzosamente ir, entonces si, Unidos en la madre de todas las batallas, en el año 2018.

Complicidad y chapuceria en grado superlativo. Política sucia, corrupta, motivo por el cual creemos el despótico gobernante estadounidense Donald Trump trata a México como lo trata, con la punta del pie, a punta de golpizas, sobre todo por el bajo nivel ético del gobernante mexicano.

Y una vez ganado el estado de México por Vázquez Mota, apoyar el PRI con todo a Acción Nacional para que continúe su racha ganadora y dejarle El poder al PAN y no a AMLO.

RICARDO ANAYA se autoproclama pues como el ‘elegido’ por el sistema.

Vaya usted a saber con que derecho.

Dónde queda Rafael Moreno Valle, pues?

Dónde queda la esposa de Felipe Calderón, Margarita Zavala, a quien de un plumazo le borran todas las probabilidades en la puja por la candidatura panista presidencial?

En menudo lío está metido PEÑA NIETO y RICARDO ANAYA el queretano.

Én Texas por otra parte, llama la atención el acentuado afán del gobernador de la entidad GREG ABOTT por destruir las ciudades santuario, mismas que a través de sus alcaldes intentan proteger a indocumentados mexicanos y de otras nacionalidades, ante el acoso de la fuerza federal, ya sea autoridades migratorias o policía.

El gobernador texano Abott actua mediante una estratagema simple, amenaza con cortar toda clase de recursos federales asignados tradicionalmente a las ciudades santuario, a cambio de que no molesten indocumentados.

En Texas, Austin y si acaso San Antonio son consideradas ciudades santuario, y es ahi donde las hordas o corrientes de extranjeros indocumentados suelen vivir protegidos del acoso de la autoridad Federal.
Chicago y San Francisco son consideradas asimismo ciudades Santuario norteamericanas por antonomasia, las más emblemáticas de la Unión americana.
Pues bien, contra ellas va Trump alentado por su espíritu xenófobo y racista.
Creemos sin embargo, en contra parte, que Trump no dura de presidente de EU más de 4 años.
Es un desquiciado mental, dicen.

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