El viacrucis de los paisanos Tiempo de opinar Raúl Hernández Moreno
Cada año es lo mismo: diputados federales, gobernadores, secretarios y hasta el Presidente de la República en turno, viajan a la frontera, para recibir a los paisanos y anunciar que ahora sí, no se permitirán abusos en su contra.
En diciembre del 2000 no habían pasado ni dos semanas de que tomó posesión como presidente de México y Vicente Fox vino a Nuevo Laredo para poner en marcha el Programa Paisano. Fue todo un espectáculo. Cientos de personas acudieron a los puentes 1 y 2 para conocer a quien interrumpió una dicta-blanda de 71 años del PRI. La gente se le acercaba para saludarlo, palmearle la espalda, tomarse la foto. Creían en él y seguramente los paisanos que se enteraron de su visita creyeron que ahora si se acabarían los abusos en su contra. Pero no fue así.
En marzo de 2014, le tocó el turno al Secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong. Desde el Puente II, anunció que a los deportados se les recibiría con un rostro amable, ofreciéndoles atención médica, asesoría, un plato de sopa caliente. Puro bla, bla, bla.
Cuando Eugenio Hernández Flores era gobernador, desde aquí puso en marcha el Programa Paisano y dijo que con el apoyo de las corporaciones de los tres niveles de gobierno se garantizaría que no hubiera más abusos en su tránsito por las carreteras nacionales. De pronto le tocó el turno a una mujer bajita de estatura, de complexión delgada, que con mucho valor dijo que programas van y programas vienen y los paisanos siguen siendo víctimas de policías y delincuentes por igual, porque todos los ven como un botín. Esa mujer menudita fue la diputada federal Leticia Salazar.
Desde hace unas dos décadas, diputados federales de diversas fracciones vienen a Nuevo Laredo para tomarse una foto y anunciar el inicio del programa “Diputado amigo” y dizque aseguran que van a estar al pendiente de que no sean víctimas de abusos de nadie. Pero terminando el evento, impresa la foto, ya no se vuelven a acordar de los paisanos y estos siguen sufriendo toda clase de vejaciones.
En el 2006, el actor Rafael Inclán filmó la película “Bienvenido Paisano”, que relata el viaje de una familia de mexicanos que vienen de Estados Unidos a México y son objeto de toda clase de extorsiones por parte de autoridades y particulares. No ha perdido actualidad, es el viaje de casi todos los paisanos.
El año pasado, el gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez Servin, vino a Laredo, Texas y desde ahí dio el arranque de una caravana de más de 300 vehículos que tenía como meta ir precisamente al estado del gobernador. Oficiales policiacos de esa entidad custodiaron la caravana. El queretano estuvo solo, no fue acompañado por un solo funcionario municipal o estatal.
Este día, el Gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, acompañado de los mandatarios de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón y Juan Manuel Carreras, de San Luis Potosí, dio la voz de arranque de una caravana de más de 500 vehículos de paisanos que viajan al interior del país. Y hoy, como ayer y siempre, el compromiso de las autoridades es darles seguridad a los paisanos y no permitir que sean víctimas de abusos. Ojala. Pasemos de las palabras a los hechos, que sean nuestras acciones quienes nos definan, no nuestras palabras.
Hay mucho por hacer para mejorar la atención no solo de los paisanos que residen legalmente en los Estados Unidos, igual atención se merecen los deportados.