Escándalo envuelve a Gustavo Cárdenas

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Raúl Hernández Moreno
Durante la  campaña electoral de este año, Gustavo Cárdenas hizo famosa  la frase  “en que trabaja el muchacho”, para pedirle a Francisco Javier García Cabeza de Vaca que explicará de qué manera obtuvo un rancho de 66 millones de pesos en Soto la Marina, además de casas en McAllen y la Isla del Padre y un departamento en la Ciudad de México. En total 15 inmuebles con  valor de varios millones de dólares en Texas.
Uso la frase en el debate en el que participaron los candidatos a gobernador y en el segundo encuentro hasta preguntó ¿Quién pompo?,  que hace algunas décadas hizo  famosa el cantante Chico Che.
A principios de julio, la  frase se le revirtió al  diputado  federal y dirigente estatal del Movimiento Ciudadano, cuando su hijo Gustavo Cárdenas Dávila se vio inmiscuido en un ataque a  balazos por parte de policías de San Pedro, luego de que   fue involucrado en un  presunto caso de drogas.
La frase volvió a ser recordada este fin de semana, a raíz de que la revista Proceso publicó la información de que Cárdenas es propietario de un restaurante “Hacienda del Patrón”, con un valor de un millón 550 mil dólares en McAllen, una casa de 280 mil dólares en Missión, un departamento de 508 mil en la Isla del Padre y otra casa de 157 mil Brownsville de la que es copropietario junto con su esposa Mónica Dávila.
Por supuesto,  nadie ignora que Cárdenas es un hombre  rico desde antes de ingresar a la política, pero si meses atrás  exigió públicamente a Cabeza que explicara  la manera en que se hizo de sus bienes, hoy está obligado moralmente a ser congruente y explicar cómo se  hizo de estos bienes.
Cárdenas es propietario del Hotel Las Fuentes y el restaurante Don Jorge, en Ciudad Victoria. No es un pobretón, pues, pero por salud publica le convendría  ofrecer una explicación  sobre la forma en que se hizo de sus bienes en Texas. Con ello sería congruente con la actitud que asumió durante la campaña  al pedirle una explicación a Cabeza.
Es casi un hecho que no habrá una aclaración  precisa de parte de Cárdenas  porque en México a los políticos no les incomoda que se exhiba su riqueza en los medios informativos o en las redes sociales y que se dé por  un  hecho que la obtuvo de  manera indebida,  porque saben que aunque sea  verdad,   la justicia  tiene un brazo  tan corto que nunca los va  a alcanzar.
No  importa que se ponga en duda su honorabilidad, mientras no haya consecuencias legales. ¿Usted cree que les molesta que la vox populi los tache de bandidos? Por supuesto que no, en tanto no se les toque su fortuna,
Las fortunas construidas al amparo del poder público abundan a lo largo de la  historia de México y  son escasos los casos en que la justicia actúa en contra de quienes  se enriquecieron   violentando la ley. Y cuando se aplica la ley  se hace  más por venganza, que por un deseo real de  aplicar la  justicia.
				


