El Madrazo
8 julio de 2016
Columna
Jaime Hernández
A pocos meses de que termine el gobierno municipal actual la mayoría de los servidores públicos que laboran en la casa de los vallehermosenses como servidores públicos no les importa el cumplir con su obligación dejando un lado lo poco que hace, es de entenderse que la mayoría de los mencionados son empleados de confianza los cuales dejarán de laborar el próximo mes de octubre del presente año dice un dicho que TODO LO QUE INICIA TIENE UN FIN es la realidad de las cosas desgraciadamente ahora que está por terminar el trienio buscan de una manera u otra el continuar MAMANDO del municipio un sueldo quincenal sin importarles el qué dirán lo que jamás RECUPERARAN es confianza, amistad de gran cantidad de seres humanos que radican en esta ciudad los cuales fueron pisoteados, humillados por gran cantidad de empleados municipales todo por subirse a una nube la cual jamás existió y ahora que están a punto de caer quieren VOLVER el tiempo atrás lo cual es imposible, para ver muy lejos los que también resentirán lo que se avecina son los jefes en DEPARTAMENTOS ESTATALES en donde algunos jamás cumplieron con su obligación tal es el caso del ITAVU donde su titular Fernando Castellón es rara la ocasión en la que se encuentra su oficina atendiendo a los ciudadanos imagino que continuaría en un lugar privilegiado dentro del gobierno del Estado sólo eso quedó en su mente Fernando Castellón a corto tiempo reflejo lo que en realidad es un POLITICO el cual ingresó con un solo fin y el hacer y cortaba a su antojo la POLITICA es una navaja de dos filos la cual CORTA ARRIBA Y CORTA ABAJO esta es la realidad en todo el ámbito comentado, siempre y en todas partes ha habido políticos ladrones. De diferente entidad y avidez, pero siempre los hay. Claro que la referencia es obligada para aquellos que son descubiertos en sus fechorías, pues los que no lo son, simplemente, no entran en la cuenta. Ser ladrón, suele pensarse, sólo se revela cuando se le descubre, que, cuando no, el latrocinio no existe. Que haya políticos honestos y respetuosos de lo ajeno, por el contrario, es algo que llega a conocerse; pero también es muy difícil de saberlo y más todavía de comprobarlo, La percepción ciudadana es que todos los políticos roban y que aprovechan sus puestos y su profesión para hacerse de lo que tienen a la mano. Conociendo sus ingresos legales se puede ver que viven mucho mejor de lo que podrían dar a entender, Muchos de ellos salen de pobres siendo políticos. Y en esto no hay distinciones. Todos se vuelven prósperos cuando llegan al poder. Lo mismo los derechistas que los izquierdistas. Muchos priístas, panistas y perredistas (y de los otros) se han hecho de buenas fortunas personales, en los gobiernos panistas se ha venido prolongando y mejorando la tradición priísta de traficar con influencias, vender concesiones públicas, conceder contratos por un pago, abrir picaportes indispensables y colocar personeros de los aspirantes en situaciones de decisión, Hemos llegado a descubrir que la política de los gobiernos derechistas de favorecer ciertas opciones de decisión económica o financiera, determinadas líneas de desarrollo o preferencias claras la economía, no obedece tanto a sus principios conservadores como al hecho de poder hacer negocios y traficar con los bienes públicos para el lucro personal de los propios políticos y sus aliados o socios a los priístas raramente se les caía en flagrancia, porque nadie podía ver lo que hacían. A los panistas no sólo se les ve hacer todos los días sus trapacerías, sino que se han vuelto de tal manera cínicos que más bien esperan que les aplaudan sus gracias que no dar explicaciones de las mismas ¿En dónde están los políticos ladrones? ¿En el PRI o en el PAN? Pues las cifras revelan que en ambos para cubrir sus altos puestos, un régimen se llena de jóvenes ineptos, por no decir PENDEJOS que ni siquiera se dan cuenta cuando le están tirando piedras a su propio tejado bueno es todo por el día de hoy y recuerden que Dios les dara el doble de lo que piden para este humilde empleado de la pluma hasta la próxima.