vida diaria
Por: Rosa Elena Gonzalez
El vecino país del norte, Estados Unidos, vive su proceso, sus habitantes pronto acudirán a las urnas para elegir a su nuevo mandatario, o mandataria, según sea el caso.
Como Estados Unidos vigila de cerca los movimientos que se dan en México, más en procesos electorales, ya sabe para qué sirven los operadores políticos mexicanos razón por la que uno de los candidatos a la presidencia de Estados Unidos tiene gran interés en la contratación de los servicios profesionales de uno de los nuestros, la idea es que le ayude a ganar la elección.
Se dice que DONALD TRUMP está muy interesado en exportar operadores políticos tamaulipecos y no escatimara en el costo, confía en que le hagan ganar.
Le han platicado a TRUMP que BLADIMIR MARTINEZ le puede garantizar el éxito y llevarlo al triunfo y desde hace días lo buscan para ofrecerle chamba.
Pero no crea que DONALD quiere a BLADIMIR cerca, no, de echo lo quiere bastante lejos, sabe que entre más lejano este el operador político más cercano puede estar el triunfo, lo que pasa es que le han dicho a TUMP que BALDIMIR es un ave de mal agüero razón por la que el magnate gringo está dispuesto a contratarlo pero para que se sume a la campaña de su contrincante, sabe que al tenerlo cerca corre el peligro de perder y ese riesgo no quiere correr.
Lo que quiere TRUMP es que BLADIMIR se enrole en la campaña de HILLARY CLINTON, que le haga creer en sus encuestas, en su estura y que ella será la triunfadora de la contienda electoral.
Aunque seguramente a BLADIMIR ya le andan buscando los presidenciables azules, tricolores y hasta de Morena para infiltrarle el equipo contrario.
Todo lo anterior expuesto es broma, es en respuesta a todos aquellos que aseguran quedo confirmado que BLADIMIR MARTINEZ si es un ave de mal agüero porque candidato con el que se suma, candidato que pierde la elección.
La realidad es que MARTINEZ RUIZ si le sabe a los asuntos de la política, lo sucedido en Tamaulipas el 5 de junio, no es para satanizarlo, la verdad es que con toda y la experiencia de unos y de otros en procesos electorales la voluntad del pueblo se manifestó y punto pero como todavía andan muchos afanositos tirando culpas no dude que si crean que BLADIMIR es culpable de la derrota tricolor.
Muchos tricolores para donde ven quieren encontrar culpables sin analizar que los tiempos han cambiado y los electores también, otra situación es que lo que servía ayer hoy no funciona, son muchos los factores que ahora influyen en el ánimo de la gente y su decisión en un proceso electoral, pero no es que en las filas priistas tengan puros traidores o aves de la agüero, simple y sencillamente fueron rebasados por las circunstancias, pero para la broma esta buena la versión.
Mientras no terminen de tirar culpas no podrán hacer una recomposición, el PRI requiere de su militancia unida para poder reinventarse, si los priistas no le dan vuelta a la hoja y siguen culpándose unos a otros seguirán en la desconfianza, aunque cambien la dirigencia y todos los sectores unos y otros estarán tratando de encontrar en cada cara ojos del enemigo y eso no les ayudara en nada.
Pronto el PRI tendrá la renovación de su dirigencia en Tamaulipas sigue sonando fuerte el nombre de EDGARD MELHEM SALINAS y la verdad tiene sentido, el joven Diputado federal es un hombre conciliador que puede reagrupar a los tricolores, hacerlos participes a todos del nuevo proyecto priista.
ALEJANDRO GUEVARA COBOS también puede dirigir al PRI en Tamaulipas pero a GUEVARA se le ubica más en la Delegación de SEDESOL Federal para que desde ahí pueda recorrer el Estado y preparar terreno en su camino a la Cámara alta porque es obvio que una Senaduría tiene su nombre y apellido.
Sea MELHEM o GUEVARA quien dirija al PRI en Tamaulipas deben de apresurarse a buscar a BLADIMIR MARTINEZ antes de que TRUMP lo contrate como infiltrado en el equipo de HILLARY, como buen priista seguro MARTINEZ RUIZ estaría dispuesto a enrolarse por su partido en las filas panistas y al BLADI no lo acusarían de traición porque él estaría cumpliendo una función. ¿O no?
