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EN UN TAMAULIPAS CAOTICO, LA GUBERNATURA ESTA EN EL AIRE.

INDEPENDIENTE VA POR EL SEGMENTO DE ABSTENCIONISTAS: 1 MILLON 367 MIL VOTANTES.
Al PRI y PAN YA NO LE BASTA EL “VOTO DURO”
SOLO VOTAN 4 DE CADA 10 TAMAULIPECOS;
EGIDIO GANO CON SOLO EL 30% DEL TOTAL DE VOTANTES. O SEA SOLO 3 DE CADA 10 VOTARON PRI
Por: Mauricio Fernández Díaz

En un caótico Tamaulipas, con el creciente hartazgo de los votantes hacia los partidos políticos y un abstencionismo que rebasa la cifra total de votantes, ni el PRI ni el PAN pueden decirse desde ahora vencedores.

Los escenarios que se vislumbran en la sucesión gubernamental son muy diferentes a los de hace 6, 12 o 18 años

En los tres sexenios pasados, el triunfo del PRI se dio relativamente fácil debido a que no tuvieron presencia dos factores que hoy es imposible no tomar en cuenta; primero, la inclusión de un candidato con arrestos, duro y verdaderamente independiente que aun antes de arrancar campaña está posicionado en las encuestas con un 7% en la intención del voto y segundo, un contrincante panista de real oposición, que lidera hoy las encuestas y desplaza con mucho al estereotipo del candidato “opositor” fiel al sistema como Gustavo Cárdenas o algún otro como el PRIANISTA José Sacramento.

De acuerdo a la estrategia óptica del PRI el enemigo a vencer de Baltazar Ochoa será Cabeza de Vaca, por lo que centrara su estrategia política-mediática en el Senador con licencia.
Sin embargo no puede descuidar al Independiente Francisco Chavira; subestimarlo sería un error que pagaría muy caro.

Chavira será un imán para todos aquellos ciudadanos hartos de ver como los dos gigantes se despedazan en su afán de conseguir el poder, mientras la ola delictiva crece y ahoga en sangre a Tamaulipas.

Ambos partidos PAN y PRI necesitan urgentemente convencer no a sus votantes de siempre, o sea el llamado voto duro, sino a esa enorme franja de ciudadanos llamados abstencionistas y que abarca a los indecisos, a los que están hartos del sistema y sus partidos y sobre todo a los jóvenes que, está visto, les importa poco la política.

El grave problema es que esa franja de votantes es precisamente el caldo de cultivo, la limadura que se ve atraída por la figura del candidato independiente; es aquí donde puede crecer, y mucho, la candidatura de Francisco Chavira Martínez.

Recordemos que históricamente los partidos, el PRI, ha ganado la gubernatura con el voto de 3 de cada diez tamaulipecos; o sea, 7 lo han rechazado.

En 1998 con Tomás Yarrington, en el 2004 con Eugenio Hernández y en el 2010 con Rodolfo Torre la votación del PRI no rebasó el 30% del listado nominal.
Obvio, sus contrincantes estuvo mucho peor, tanto que sumados apenas alcanzaban poco más del 50% del padrón electoral.

El PAN en el 2010 apenas si obtuvo 339,535 votos de un universo de votantes de 2 millones 480 mil 192 ciudadano con credencial de elector vigente, en tanto el abstencionismo alcanzo la escalofriante cifra de 1 millón 378 mil 671.
Fueron más los que no votaron que los que votaron.

¿Qué hace pensar que esa franja enorme de abstencionistas se volcará a darle su voto al PRI o al PAN? ¿Acaso han trabajado como para esperar convencerlos ahora con discursos y frases demagógicas?

Las condiciones para que ocurra un fenómeno como en Nuevo León están dadas, solo falta que el independiente realice una campaña intensa, de propuestas frescas, factibles, reales e innovadoras, de feroz discurso antisistema, anti partidos que llegue directo al corazón y cerebro del abstencionista para dar un brinco cualitativo y cuantitativo y sobre todo, que sepa cuidar el voto el día “D”, que es cuando los partidos ponen en práctica lo que les ha dado resultado durante décadas; la compra masiva del voto con disparos de precisión de hasta 1000 pesos por credencial.

Hoy, la mirada de los partidos esta puesta en ese filón de oro que significa el voto de los que nunca votan; ya no les sirve, ya no les alcanza su “voto Duro”.
Solo que los que están hartos, quienes ya perdieron el miedo y están lastimados por haber perdido a personas queridas, por estar llorando a sus muertos o maldiciendo por haberse quedado sin patrimonio esos 500 o mil pesos no le sirven, no llenan el hueco, no les importan.
En este nuestro caótico Tamaulipas nada está escrito, nada está dicho; la gubernatura está en el aire

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