______Tintero______
Por Francisco Pucheta González
La impunidad, la madre de todos los delitos sin castigo que se cometen en México sigue creciendo a pasos agigantados.
Estamos a un trecho muy corto de lograr el primer lugar mundial en esa aberrante conducta que nos coloca en la raya del salvajismo y la desvergüenza.
Por ella (la impunidad), los ciudadanos cargan con el peso del Narco-Estado Mexicano traducido a la vez en violencia irrefrenable, secuestros, asaltos, despojos, ejecuciones, saqueos al erario público y un sinfín de atrocidades más.
Si bien algunas voces del congreso federal piden no criminalizar a la política, la verdad es que poco o nada se ha logrado desde las curules para enfrentar la impunidad que envuelve gravemente al México violento y corroído por la corrupción.
A juzgar por los últimos reportes mundiales sobre el penoso tema México se ubica apenas un escalón debajo de Filipinas, pero no tarda en romper los records de todos los tiempos por la forma desenfrenada en que se disparan los delitos habidos y por haber.
Baste dar una ojeada al último estudio que sobre fenómeno elaboró el Consejo Nacional de Seguridad y en donde exponencialmente, entre otras cosas, se advierte que la confianza de los mexicanos hacia la justicia es muy escasa.
Se llega a esta conclusión en base a un estudio científico con rigor metodológico, que incluye 18 variables que desmenuzan la realidad de cada estado de la república.
´´El cáncer de México es la impunidad y los síntomas son violencia, corrupción e inseguridad que pueden o no estar presentes en algunas de las entidades federativas´´. Lo grave, lo preocupante es que todos los estados padecen la enfermedad.
El primer eslabón que encuentran los expertos en el tema de la impunidad es la falta de denuncia, la llamada cifra negra como lo identifica el INEGI que tiene bien determinado cuál es el tamaño de los delitos que no se denuncian en México.
Estamos hablando de 92.8 % y ahí hay una tarea pendiente por parte de la ciudadanía que es denunciar o informar a las autoridades de lo que está pasando.
Pero también encuentran que no existen todavía las condiciones para que la ciudadanía lo haga, porque en el 63% de los casos las víctimas manifiestan que no denuncian por causas atribuibles a la autoridad o porque es una pérdida de tiempo, no tienen confianza en las autoridades o temen una represalia.
Los especialistas se duelen por el grave déficit estructural de los poderes judiciales en los estados, carecen de las suficientes capacidades operativas y de administración de la justicia para los ciudadanos.
El 80 % de los delitos que se cometen en el país son del fuero común es responsabilidad de los gobiernos estatales y resaltan datos terribles por ejemplo cómo en México solamente hay 3.5 jueces y magistrados por cada cien mil habitantes cuando la media internacional es 16, estamos 4 veces abajo que la media internacional,
Se necesitan más jueces porque hay entidades federativas donde hay apenas un juez por cada cien mil habitantes.
La otra parte es el funcionamiento de los aparatos de seguridad en los estados a los que recomiendan no contratar más policías ni aumentar la flotilla de patrullas, sino de profesionalizar a los que están en servicio activo y con jornadas laborales que no rebasen las 24 horas. Se mide también la funcionalidad de los aparatos de justicia por adolecer de fallas que acentúan el problema.
