Quitar el poder a los partidos y regresarlo al pueblo, tarea impostergable.
Por Mauricio Fernández Díaz
Si en algún momento histórico los partidos fueron necesarios para estabilizar la vida política del país, hoy se han convertido en lastre, en sinónimo de corrupción en símbolo de un monopolio que ha extraviado el rumbo del país y sumido a México en bancarrota política y económica.
El poder económico y político se ha concentrado en la camarilla de empresarios coludidos con políticos y ahora con el crimen organizado.
En Tamaulipas hoy los mismos partidos que han llevado al estado a punto de quiebre, se aprestan a imponer sus candidatos, muchos de ellos, si no todos vinculados desde hace tiempo con el crimen organizado que asola desde hace años a los tamaulipecos.
Baltazar Ochoa, Alejandro Guevara, Marco Antonio Bernal, Alejandro Etienne, Enrique Cárdenas, Cabeza de Vaca, Cantú Rosas y Leticia Salazar pretenden ser hoy los salvadores de Tamaulipas cuando en el álgido tiempo en que Tamaulipas se desangraban no se les escuchó ni menos se les vio ejecutar acción alguna en defensa de los que ahora dicen querer salvar de la inseguridad, el desempleo, etc.
Hoy queda claro que los partidos solo buscan el poder para seguir robando, saqueando, vendiendo nuestros recursos, exprimiéndonos para poder seguir con esa vida de reyes que de otra manera con su trabajo jamás lograrían.
Es tiempo de que levantemos cabeza, de que rechacemos categóricamente que estsa casta e zánganos nos siga gobernando.
Entendamos…los partidos no representan al pueblo…obedecen solo las ordenes de sus líderes y esta voz no es la del pueblo.
¡¡Rechazo total a los partidos y sus sicarios políticos…pensemos independiente!!
