La mejor alumna, es una niña de la calle
NOTICIERO
La mejor alumna, es una niña de la calle::: Vive entre dos avenidas en una casita que ella y sus padres construyeron::: Está hecha de lonas y madera de desperdicio::: Sus calificaciones son de 10::: La castigan quitándole puntos por no llevar el uniforme y los zapatos adecuados::: La BBC la incluyó en un proyecto mundial::: Le van a dar seguimiento sobre su transformación
HECTOR MIGUEL CHAVEZ
hectormiguelchavez @gmail.com
H. Matamoros, Tam.- He aquí un caso para llamar la atención del gobierno federal, y concretamente de la Secretaría de Educación Pública en cuanto al tratamiento que reciben los alumnos en extrema pobreza.
El caso de Pamela es ilustrativo de la injusticia que se comete en algunas escuelas por carecer de dinero para uniforme o para zapatos.
Y esto es oportunidad para reiterar la exigencia que se hace en muchas escuelas oficiales, en el sentido de que sea cancelada la obligación de llevar uniforme para deportes y uniformes especiales.
Demandan volver al uniforme simple de pantalón caqui con camisa blanca, y como único lujo el pantalón y la camisa blanca para los honores de los lunes.
He aquí la historia de Pamela que forma parte ya de un proyecto internacional de la BBC de Londres. Dice así:
Cada tarde al volver de la escuela, Pamela Lizeth Hernández Viviano se quita el uniforme y se sienta sobre la cama de sus padres.
Es ese el único lugar disponible para hacer la tarea.
Vive con su familia en una precaria vivienda de madera y lonas que ella misma ayudó a construir en medio de dos avenidas en Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México, justo al este de la capital mexicana.
La historia de Pamela, de 11 años, empezó a circular en los medios mexicanos luego de que se supiera que pese a vivir en situación de calle, es una de las mejores alumnas de su escuela.
Y ahora es parte de un proyecto de la BBC denominado «Five lives the world wants to change» («Cinco vidas que el mundo quiere cambiar»).
Lanzado en el marco de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS), que reemplazan a los Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM) que expiran a fin de año, esta iniciativa busca seguir a lo largo de los años a cinco jóvenes en diferentes partes del mundo para saber cómo van cambiando sus vidas.
Además de la historia de Pamela, la BBC se centrará en las vidas de Gift Charles (Malaui, 10 años), Farzana Usman (Pakistán, 13), Taina Bentes Dos Santos (Brasil, 9) y Volodya Khomutovskyi (Ucrania, 11).
Historias como la de Pamela puede haber varias en México, que pese a ser la segunda economía de América Latina, es el único país de la región que en las últimas décadas no ha logrado reducir los índices de pobreza.
De hecho, en los dos últimos años el porcentaje de la población en esa situación pasó del 45.5% en 2012 al 46.2% en 2014: 55.3 millones de personas son pobres en México.
Sus padres, Leonardo y Verónica, ambos de 29 años llevan tiempo en la pobreza.
Entre ambos juntan unos 4 mil pesos mexicanos al mes (US$237) y dicen que apenas les da para vivir.
Él se dedica a recoger basura y a la recolección en un carro tirado por un caballo y ella a cuidar a sus hijos —Pamela tiene una hermana, Azul (9), y un hermano, Erik (1) — y también junta tortillas viejas para vender como alimento para animales.
Ésa es una de las tareas del hogar en las que colabora Pamela. Y hasta ayudó a construir la vivienda.
«Esta casa entre mi mamá, mi hermana y yo la construimos porque nosotras queríamos tener un espacio aunque sea pequeña para nosotras. Mi hermana y yo juntábamos los clavos, los limpiábamos, y juntábamos lonas y tablas», le dice a BBC Mundo.
«Algunas veces nos lastimábamos con el martillo, nos pinchábamos con clavos o nos astillábamos con las maderas, pero esta casa la hicimos sabiendo que íbamos a estar unidos».
La tuvieron que levantar de urgencia hace poco más de un año luego de que fueron desalojados de su vivienda y quedaron en la calle.
Son cinco en un cuarto minúsculo, se lavan los dientes fuera de la pieza y cocinan dentro. En la parte superior de una litera duermen las niñas y debajo los padres junto al más pequeño.
La falta de espacio, o la incomodidad por el ruido constante de los vehículos y las moscas, no ha impedido que Pamela mantenga promedios de hasta 10 en la escuela primaria Gregorio Torres Quintero.
Y cuando no lo ha mantenido, cuenta, ha sido por recibir una menor calificación por no llevar el uniforme adecuado para educación física o no tener los zapatos en buen estado.